vendredi 25 décembre 2009

"Elogio del plagio", por Cucurto amparado por Vega, saqueado o afanado del paratexto final de "La máquina de hacer paraguayitos"







" Cucurto es uno de los pocos escritores que interpreta el plagio como una auténtica variante de la literatura. Así lo confiesa en un reportaje a la revista de variedades La novia de Tyson: "Para que nos vamos a matar pensando si después viene un gil y te chorea, siempre es mejor ser ese gil a ser el currado. Yo no afano, simplemente escribo "a la manera de"; aparte ni el más genial creador podría plagiar magistralmente como yo. Si plagiamos al plagiario, saldrá algo maravilloso, lo mismo que si plagiamos a un muerto, a un queso, pues no se lo puede hacer peor sólo nos queda ir mejorando; en estos casos el plagio es siempre progresista y por consecuente productivo, al igual que el peronismo. El plagio es ante todo un acto de amor peronista... Perón le afanaba a Mussolini, Menem a Reagan, Cortázar a Michaux, en fin... me parece muy bien que se afanen, ¿qué significa eso de ser auténtico? ¿Ustedes conocen a algún escritor original? Sí, ¡Dios! (sic) ¿ Qué se creen? ¿ Que cualquier turulo afana? Hay que saber currar, hay que tener clase, yo afano con estilo (sic)...""

presentación de Washington Cucurto por su Papá, Santiago Vega...

"Visiones de América Latina", por Noam Chomsky






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¡Palo al Tiburón! Contra el Imperialismo en Defensa de la Soberanía

Entrevista: Noam Chomsky analiza políticas de Venezuela y EEUU “Política exterior de Obama será como la segunda Administración Bush”
Por: Miguel Vera - Aporrea.org
Fecha de publicación: 05/05/09

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"La posición de Venezuela es totalmente honorable con respecto a Israel" opinó el reconocido intelectual
Credito: Miguel Vera - Aporrea.org


"Excelente trabajo para entender lo que ha pasado en el mundo el siglo XX, lo que hoy está pasando y la más grande amenaza que se cierne sobre nuestro planeta" Expresó el Presidente Chávez en la ONU refiriéndose a un libro de Chomsky.
Credito: Agencias

Noam Chomsky, intelectual, escritor y académico, ha revolucionado la lingüística moderna a través de sus investigaciones y aportes teóricos. Junto a su larga carrera en las aulas, Chomsky ha llevado adelante, a través de las décadas, una incansable militancia por la justicia social, impulsando el rol de los intelectuales como agentes de cambio ante las políticas inmorales de los gobiernos.

Es así como se ha convertido en uno de los críticos mas agudos de la política exterior intervencionista e imperialista de los sucesivos gobiernos estadounidenses y de otros gobiernos, o como él lo describe, de las élites que controlan el poder.

Chomsky nació en 1928 en Filadelfia, Estados Unidos, en una familia de origen judío proveniente de Europa del Este. Su infancia estuvo marcada por la depresión económica, la discriminación hacia los judíos y el auge del fascismo a nivel mundial.

A temprana edad empieza a nutrirse políticamente con el pensamiento de izquierda, predominante entre las comunidades judías inmigrantes. Era la época de la Revolución Española, donde miles de voluntarios de diferentes países partieron a luchar contra el fascismo de Franco y sus aliados Mussolini y Hitler. La caída de la Barcelona rebelde en las manos de Franco, motiva a Chomsky, a los 10 años de edad, a escribir su primer artículo político.

De la mano de Orwell y su “Homenaje a Cataluña”, Chomsky se adentra en el estudio del socialismo libertario. Aquella sociedad utópica sin privilegios de clase que fue llevada a la práctica a finales de 1936 en esa región de España, sin terratenientes ni patrones, dirigida por consejos de obreros, campesinos y milicianos, con las tierras distribuidas entre comunas agrarias y la industria colectivizada bajo control de los trabajadores.

De ahí en adelante Chomsky se identifica políticamente con esa corriente del socialismo, vehementemente opuesta al Estalinismo, y comienza entonces su largo recorrido por la lingüística y la política, que lo ha llevado a obtener los más altos reconocimientos del mundo académico, así como las simpatías -y rencores- de muchos.

En esta entrevista el Profesor Chomsky analiza varios temas de importancia para Venezuela, como la posición del Gobierno Bolivariano con respecto a Israel y Palestina, las expectativas de la relación entre la administración de Obama y el Presidente Chávez, el programa atómico de Irán, el caso del terrorista Posada Carriles, Guantánamo y el bloqueo a Cuba, el contexto histórico de la guerra mediática en contra de Venezuela, el giro a la izquierda de América Latina, el papel inspirador de los movimientos sociales en Bolivia y la Doctrina Monroe.

Esta entrevista fue realizada antes de la cumbre de Jefes de Estado de la OEA en Trinidad, sin embargo, ante la solicitud de algun comentario adicional con ocasión de los acontecimientos en dicha cumbre, el Profesor Chomsky ha manifestado la persistencia de todos sus puntos de vista.


Venezuela, Palestina e Israel

MV: Prof. Chomsky, Como usted sabe, el gobierno de Venezuela tiene una posición política definida con respecto al conflicto en Gaza, la cual ha sido criticada por algunos, ya que, según ellos, esta posición ha sido la causante de sentimientos antisemitas que conllevaron a los ataques a una Sinagoga en Caracas. ¿Cuál es su opinión sobre la posición de Venezuela sobre el conflicto en Gaza?

Chomsky: Personalmente considero que la posición que tomó Venezuela fue la correcta. Fue una agresión salvaje y criminal a una población que se encuentra básicamente enjaulada y que no puede escapar. Con este ataque de alta tecnología y altamente destructivo, no sólo se han asesinado probablemente unas 1,300 personas, también se ha destruido el sistema agrícola y la poca manufactura que existía.

Esta sociedad ha estado bajo asedio permanente. Es una ocupación, no se debe llamar agresión, ya que es un territorio ocupado; no ha habido ningún momento en que no lo haya sido, y se encuentra bajo ataque directo. Además, los ataques no tienen que ver sólo con Gaza, sino con Palestina en su totalidad.

Con el apoyo de los Estados Unidos, Israel constantemente lleva a cabo acciones criminales en Cisjordania. A Israel no le importa mucho Gaza, estarían felices de que se pudrieran y se hundieran en el mar. Lo que si les importa es Cisjordania, ahí hay tierra con valor, tierra arable, ahí están los placenteros suburbios de Jerusalén y Tel Aviv. Quieren apoderarse de tanto como puedan. Ahí tienen toda clase de intereses culturales y presuntos intereses históricos.

Así que ellos continúan apoderándose de los recursos, las tierras, principalmente el agua de Cisjordania, para así dividirla en cantones inviables en los cuales la población se pudra, y esencialmente, a la larga, haya un éxodo. Esto es totalmente criminal, ellos lo saben, está fuera de discusión.

En 1967, cuando comenzaron los asentamientos, sus propios asesores legales les comunicaron que sus acciones constituían una directa violación de los principios esenciales de la Ley Humanitaria Internacional y de las Convenciones de Ginebra, y ellos lo sabían. Desde entonces esto ha sido ratificado por la corte internacional, y en numerosas resoluciones del Consejo de Seguridad, lo que pasa es que no existe debate sobre este tema.

Israel se quiere apoderar de estas tierras por sus recursos y por otras razones, y los Estados Unidos lo apoyan. Han conseguido suprimir casi toda la resistencia en Cisjordania por la fuerza. En parte por su propia fuerza -la cual es aplastante- y en parte con colaboración.

Estados Unidos y Jordania entrenan fuerzas militares a favor del partido político con el que tengan preferencia. Su función principal ha sido la de suprimir demostraciones, protestas y arrestar simpatizantes. Es una estrategia típica del imperialismo. Desarrollan una colaboración entre las fuerzas coloniales para controlar la población.

Así han logrado suprimir la protesta en Cisjordania. Todavía no han podido dominar completamente la protesta en Gaza, por lo que destrozan y destruyen la zona. Aparte del claro salvajismo y la cobardía, estas acciones son totalmente criminales. Así que desde luego que se deben protestar.

La postura de Europa es vergonzosa; dicen que no les parece bien pero lo apoyan. La postura de los Estados Unidos es grotesca. La mayoría de los países le temen a Estados Unidos - y con razones válidas - así que callan y se echan a un lado.

La posición de Venezuela es totalmente honorable y no tiene nada que ver con antisemitismo. La profanación de la Sinagoga fue un acto antisemita, pero no fue accionado por el Gobierno. Lo mismo ha pasado en Francia, y que yo sepa también en los Estados Unidos. Hasta donde tengo entendido, el Gobierno tomó una posición fuerte y condenó este acto, encontró a los culpables y están siendo llevados a la justicia. Son las acciones que cualquier país debería tomar.


Palestina y el Bloqueo a Cuba

MV: ¿Piensa usted que si hubieran más países que tomaran una posición clara con respecto a la ocupación israelí en Gaza, esto pudiera tener un efecto en ésta situación?. Si la opinión pública se moviliza y más países toman medidas similares a la que tomó Venezuela, ¿piensa usted que esto tendría efecto?

Chomsky: Primero que nada, debemos estar claros, no es sólo Gaza. A los Estados Unidos y a Israel les gustaría que nos concentrásemos sólo en Gaza, y que pasáramos por alto el hecho de que Palestina es una unidad, Gaza y Cisjordania son una unidad. De hecho, pudiera ser una pregunta más amplia.

Por lo menos bajo la Ley Internacional los límites territoriales de Israel fueron creados en junio de 1967, el restante 22 por ciento que conforma Palestina es territorio ocupado. Esto incluye dos áreas separadas, no contiguas; Gaza y Cisjordania. Pero, esencialmente son una unidad.

Si la resistencia a los actos criminales de Israel es legítima en Cisjordania, entonces la misma resistencia debe ser legítima en Gaza. Yo le dije esto a la prensa israelí y te lo diré a ti también; aunque los ataques en Gaza son particularmente feroces, homicidas y destructivos, lo que pasa a diario en Cisjordania es también otra forma de destruir este pueblo.

Es lo que el difunto sociólogo israelí, Baruch Kimmerling, denominó “politicidio”; la destrucción de una nación. Puede que no mates a cada individuo, pero destruyes la nación.

Lo que pasa a diario en Cisjordania es lo mismo. De hecho, Israel tomó ventaja de que la atención estaba enfocada en Gaza para expandir y escalar la infraestructura de sus proyectos de asentamiento y desarrollo en Cisjordania. Todo esto diseñado para cometer politicidio.

Así que, sí, debemos tener esto en cuenta. Si más países tomaran una postura más firme, podría tener alguna influencia en los amos. En realidad los Estados Unidos dirigen el show, no es un secreto. Si Europa tuviera la voluntad de tomar una posición independiente, surtiría efecto, porque Europa es poderosa e importante. Los países más pequeños del mundo no pueden hacer mucho.

En una encuesta internacional reciente, hecha por una de las más importantes encuestadoras de las organizaciones internacionales de opinión pública, se le preguntó a personas de todo el mundo cuál era su opinión acerca de varios países. Israel estaba bien en el fondo; es un país temido, detestado y considerado como el más peligroso del mundo por muchos países. El único país que se le acercaba era quizás Irán, el cual quedó clasificado casi al mismo nivel. Pero esto no importa siempre y cuando el amo del universo los apoye.

Así que la verdadera pregunta es si la opinión pública de otros países afecta las decisiones del Gobierno estadounidense. No es fácil, ni siquiera la opinión pública estadounidense afecta las decisiones de su Gobierno con relación a muchos asuntos.

Tomemos un viejo caso en el hemisferio occidental: Cuba. Las sanciones y el terror contra Cuba de parte de los Estados Unidos son actividades criminales y toda la diplomacia mundial se opone. El último voto en las Naciones Unidas creo fue de 180 a 3; Estados Unidos, Israel y una isla del Pacífico, creo que Micronesia, lo que quiere decir que en realidad es sólo los Estados Unidos. Israel tiene que seguirle el juego a Estados Unidos, aunque de hecho viola las sanciones, por lo tanto es sólo Estados Unidos.

La opinión pública estadounidense ha favorecido firmemente el levantamiento de las sanciones por décadas, pero esto no ha tenido efecto en la política exterior, y éste no es el único caso. Hay un divorcio entre la opinión pública y las políticas de los Estados Unidos; no es una democracia que funcione, contrario a la propaganda. A menos que la opinión pública se organice y se active, no importa lo que la gente piense. Se ha organizado en torno a otros temas, pero éste no ha sido el caso con relación a Cuba, por esta razón las políticas del gobierno han seguido su propio curso.

Lo mismo es cierto referente al apoyo a las agresiones, atrocidades y expansión de Israel. Mientras el gobierno de Estados Unidos los apoye, se requerirá de poderosas fuerzas externas para que estas políticas se modifiquen. Cualquier acción que se tome tiene su importancia, así que si es Venezuela tiene importancia, si es Francia no es que tenga más importancia, es cuestión de que el mundo opera a través del poder y no de la justicia. Así son las cosas aunque no estemos de acuerdo.


Política exterior de EE.UU. respecto a Venezuela, Rusia e Irán

MV: Profesor, la ex Secretaria de Estado, Condoleezza Rice dijo una vez que la Administración de Chávez era una fuerza peligrosa y maligna en América Latina. El Presidente Barack Obama se ha referido al Presidente Chávez como una fuerza que ha interrumpido el progreso de la región. También ha mencionado que Chávez ha apoyado actividades terroristas. Pareciera que hay poca diferencia entre lo que se ha dicho durante la Administración Bush y la que aparentemente será la posición de Obama con respecto a Venezuela. ¿Cómo ve usted esto? ¿Piensa usted que esto puede ser falta de información de la nueva administración o una continuación de las mismas políticas?

Chomsky: Es una continuación de las mismas políticas. De hecho, volviendo a Condolezza Rice, raramente estoy de acuerdo con ella pero en algunas cosas sí lo estoy. Recientemente ella escribió un artículo en el cual predijo que la política exterior de la Administración de Obama sería como la segunda Administración Bush.

Las dos Administraciones Bush tuvieron algunas diferencias; la primera fue mucho más violenta, agresiva, arrogante en mostrarle su puño al mundo, y nos condujo a desastre tras desastre, y a una opinión en declive acerca de Estados Unidos. En el presente Estados Unidos son más detestados en el mundo que nunca, esto es perjudicial para intereses que son cruciales.

Esta sociedad está básicamente dirigida por las empresas. Formalmente es una democracia, pero en realidad es una sociedad dirigida por las empresas y sus negocios, y sus intereses se ven afectados por estos acontecimientos. Así que hubo presión para que hubiera un cambio en la Administración Bush. De hecho, algunos de las figuras más destructivas, brutales y antidemocráticas fueron removidas; Wolfowitz, Rumsfeld, y otros. Se quedó Cheney como asistente de Bush y quien, básicamente, era la administración. Así que las políticas cambiaron y se movieron más hacia el centro.

No hay indicación alguna de que Obama va a cambiar estas políticas. De hecho en algunas instancias él ha tomado una posición más agresiva, como con Afganistán y Pakistán. Obama es una persona inteligente y estoy seguro de que lo que él dice ha sido preparado cuidadosamente por él y sus asesores, y expresa lo que él quiere. Pero en todas sus declaraciones ha sido deliberadamente impreciso.

La campaña electoral de Obama ganó un premio de la industria publicitaria por la mejor campaña de mercadeo de 2008. Le ganó a las computadoras Apple. Los altos ejecutivos de la industria fueron muy efusivos, literalmente dijeron que habían comercializado candidatos de la misma forma como se comercializa la mercancía por 30 años, desde los tiempos de Reagan, pero éste ha sido el más alto logro que hayan tenido. Esto tendrá gran efecto sobre los Directores Ejecutivos, la cultura corporativa adoptará este modelo para comercializar otras cosas. Esta campaña electoral fue una campaña de mercadeo.

Ellos están bien claros en que tienen que aludir ciertos asuntos, y se concentran sólo en consignas vacías que sirven para levantar el ánimo, lo que la prensa llama “sorving rhetoric”, como por ejemplo: "esperanza", "cambio", "cambio en el que puedes creer". Pero, si la gente cuestiona qué medidas tomará, tendrán que esforzarse bastante para poder entenderlas. A lo mejor se pueda encontrar algo en su página web. Pero estos no eran los temas de la campaña, y fue exitosa como campaña de mercadeo. De hecho, ya hay estudios que lo demuestran, y a la industria les encantó.

Se habla mucho del apoyo masivo de pequeños contribuyentes, pero en realidad fue mínimo. El apoyo económico fue en su mayoría dado por industrias financieras, bufetes de abogados que también son lobistas, y sus políticas por supuesto reflejarán esto. Ya se puede ver por su selección de funcionarios y gabinete de asesores. Es básicamente una administración de demócratas de centro, con la cual la gente está familiarizada, y que no se diferencia tanto del segundo periodo de Bush. Sólo se diferenciará en algunos asuntos.

Se reducirán el número de violaciones más extremas a la ley y a la constitución, llevadas a cabo por la Administración Cheney-Bush; como las torturas en Guantánamo o la vigilancia ilegal, pero prácticamente cualquiera de los candidatos, incluso McCain, hubiese hecho lo mismo.

Esta administración será menos confrontacional con el resto del mundo, pero va a seguir las mismas políticas. Esto se puede notar con los recientes ataques a Gaza. La campaña en Gaza fue un ejemplo asombroso. Fue planeada muy cuidadosamente con meses de anticipación, y la prensa israelí lo dice abiertamente. Fue meticulosa y claramente planeada para que concluyese justamente antes de la inauguración presidencial, concluyó un día antes de la toma de poseción.

Esto no es ninguna casualidad, ya que le hizo posible a Obama aparentar que él no podía decir nada al respecto. Mientras ocurrían las atrocidades dijo, "Sólo hay un Presidente, por lo tanto no puedo decir nada al respecto". Por supuesto que él opinaba sobre todo lo demás, y no le impidió que hablase sobre la "ideología de odio" detrás de los ataques terroristas en Mumbay. Él sí podía opinar sobre esto, pero no podía hablar de lo otro porque, "sólo hay un Presidente".

La prensa y los electores se tragaron este pretexto, pero los ataques en Gaza tenían que terminar antes de que tomara posesión. Pero, ya es el Presidente, ¿Entonces qué dice ahora?De hecho, su primera declaración sobre política exterior fue referente a Israel y Palestina, en conexión con el nombramiento de George Mitchell como mediador.

Mencionó también algo acerca de la paz entre Israel y Palestina, sobre una propuesta sustanciosa, lo cual fue muy cuidadosamente elaborado. Dijo que había una propuesta importante la cual él aplaude, a saber, la Iniciativa de la Liga Árabe, la cual se trata de la normalización de las relaciones con Israel, para lo cual los Estados árabes deben de esforzarse. Pero él sabe perfectamente bien que esto no es lo que la Liga Árabe propone. La Liga Árabe propone el asentamiento de los dos Estados (israelí y palestino) con sus fronteras internacionales, de acuerdo con el consenso internacional; posición que los Estados Unidos han bloqueado por más de 30 años. Es en este contexto que se encaminarían hacia el establecimiento de la normalización de relaciones con Israel.

El que Obama omite el componente esencial de la propuesta no es accidental. Él sabe lo que está haciendo, no es tonto. Lo que quiere decir es que continuarán haciendo lo que sea, incluyendo continuar bloqueando el consenso internacional con respecto a una resolución política, pero queremos que normalicen las relaciones con los estados árabes que son nuestros clientes.

Debe de haber requerido de una tremenda disciplina para que la prensa y los intelectuales fingieran no haberse dado cuenta de esto. Lo que pasa es que esto es perfecta obediencia. Simplemente le siguen los pasos a su amo, como los pasos de ganso. Lo mismo pasa cuando lo entrevistan, repiten que él es muy comunicativo y que está lleno de esperanza.

La declaración sobre política exterior que le siguió fue un discurso del Vicepresidente, Joe Biden, quien también fue elogiado por ser muy comunicativo, y por quererle extender la mano de la amistad a Irán y Rusia. Biden no es tan arrogante como John Bolton, que los mandó a hundirse en el lago más cercano; más bien es muy amable y utiliza palabras simpáticas; como que seamos todos buenos amigos, y demás.

Pero fijémonos en el contenido. Con respecto a Rusia dijo que continuarían colocando sistemas de misiles de defensa cerca de sus fronteras. El Sabe muy bien que Rusia considera esto como un potencial ataque a sus capacidades nucleares de disuasión. Es por esto que Rusia se opone. No tiene nada que ver con Irán.

EEUU argumenta que es para impedir que Irán dispare misiles, que Irán no tiene, y armas nucleares que tampoco tienen. Pero cualquier persona con la cabeza bien puesta sabe que aún si Irán tuviese misiles y armas nucleares no atacarían a Europa a menos que quisieran ser evaporizados instantáneamente, y no hay ninguna razón para pensar que Irán quiera esto.

Entonces, creo esto es un gran fraude. Si de verdad estuviesen preocupados por una amenaza iraní, la cual no existe, hubiesen colocado el sistema de defensa de misiles en el Sur, en un lugar como Azerbaiyán, tal como se lo propuso Rusia. Pero no les interesa. Lo que en verdad quieren es amenazar la fuerza disuasiva nuclear rusa.

Los analistas estratégicos norteamericanos están consientes de esto. Puede ser leído en las publicaciones más importantes. (Las bases de misiles) en estos momentos no inducen a reacciones inmediatas (de los rusos) que no funcionarían, pero puede servir de base para Rusia reaccionar, además es una provocación para Rusia.

Biden insistió en hablar con voz baja en vez de ser arrogante para decir que vamos a continuar con estas políticas. Han continuado merodeando los territorios rusos en Europa.

¿Y sobre Irán qué? Dijo que podemos tener conversaciones si ellos abandonan sus programas nucleares ilícitos. ¿Cuáles son estos "programas nucleares ilícitos"? Irán es uno de los signatarios del Tratado de No Proliferación. Está en todo su derecho de llevar a cabo programas nucleares y de desarrollar energía nuclear.

La gran mayoría de países del mundo están de acuerdo con esto, pero son miembros de los Países no Alineados, así que no “existen”. Todo lo que se lee en Occidente es que Irán está desafiando a la comunidad internacional. La "comunidad internacional", quiere decir todo aquel que tenga suficiente armas para dar golpes en la cabeza a los demás.

Si la mayoría de los países del mundo no están de acuerdo con la “comunidad internacional” no importa porque no existen. ¿Y qué opinan los estadounidenses? Una gran mayoría considera que Irán tiene el derecho a desarrollar energía nuclear. Pero, como al igual que los países no alineados, los ciudadanos estadounidenses tampoco son parte de la comunidad internacional.

Así que cuando uno lee artículos del New York Times, o la prensa británica sobre desafíos a la comunidad internacional, ellos en realidad se refieren al gobierno de EEUU.

¿Cuáles son estos programas ilícitos? ¿Son programas de armas? Quizás, pero la inteligencia estadounidense no lo cree. Hace sólo un año la inteligencia nacional declaró que se sentían confiados de que Irán no ha continuado su programa de armas desde hace cinco años. Al gobierno no le cayó bien esto, así que desapareció los pasos de ganso que había dejado la prensa tras investigar este asunto. Así lo desaparecieron de los medios. Los comentadores intelectuales no tocan el tema.

Entonces ahora, por órdenes del gobierno, sí es un hecho que Irán está desarrollando armas nucleares. Y si lo están haciendo, francamente no me sorprendería. De hecho, lo que sería sorprendente es que no lo estén haciendo, aunque sea sólo como fuerza disuasiva. Están completamente rodeados de países que poseen armas nucleares, están los Estados Unidos que le ganan en gasto militar al resto del mundo combinado, y el cual es un Estado muy violento; acaba de invadir dos países. Sería sorpresivo que no desarrollasen disuasivos nucleares. De hecho, hace un par de años, uno de los más destacados historiadores militares de Israel, Martin van Crevel, escribió un artículo en el International Herald Tribune en el que dijo que, no es que él quiera que Irán tenga armas nucleares, pero que si no las están desarrollando están locos, especialmente después de la invasión a Irak.

Así que puede ser que tengan armas, puede que la inteligencia estadounidense esté equivocada, pero nada le da a Biden el derecho, en lo absoluto, de hablar de "programas nucleares ilícitos", el no tiene evidencia de que estos programas existan, el problema es que los Estados Unidos no les da la gana de que se desarrollen. Y su programa nuclear es precisamente el tema que está en discusión desde el punto de vista de los Estados Unidos. Hay otros asuntos con respecto a Irán, pero este es el punto de discusión por parte de los Estados Unidos. Irán tiene otros problemas, pero no es parte del mundo tampoco, no posee las suficientes armas para ser parte del mundo. Así que desde el punto de vista estadounidense y europeo el único asunto que les importa es el de las armas nucleares y lo que llaman "apoyo al terrorismo". Apoyar al terrorismo quiere decir apoyar la resistencia a los actos criminales de Estados Unidos e Israel, esto para ellos es terrorismo.

Estos son los temas que deberían ser discutidos en la negociación. Decir que sólo negociarán bajo sus condiciones, es decir que en realidad no les interesa llegar a una negociación. Éste fue el contenido del discurso de Biden. Fue dicho de forma amable, con un tono amistoso, con palabras agradables, por esto es descrito como muy comunicativo. Desde el punto de vista de las élites estadounidenses y europeas, este paso es bastante positivo, ya que les encantaría apoyar la violencia y agresiones. Lo consideran útil. Pero si lo hace alguien como Cheney o Boulton, no pueden seguirles el juego porque su estilo es muy ofensivo e intolerable, pero sí les gustaría que alguien como Obama lo haga ya que el habla de una forma amable, fue a la escuela de leyes, es negro, así que pueden fingir que no son racistas, aunque sean más racistas que los estadounidenses, de modo que para ellos él sí es agradable.

Pero fíjate en el contenido, Condoleezza Rice está, más o menos, correcta en su apreciación. Nada indica lo contrario.


Posada Carriles y Guantánamo

MV: Profesor, una de las demandas que hizo el gobierno venezolano para mejorarar las relaciones con el gobierno de Estados Unidos fue la extradición del conocido terrorista Posada Carriles. También solicitó la extradición de dos ex militares responsables de las bombas a sedes diplomáticas en Caracas. ¿Piensa usted que el gobierno estadounidense podría entregar a estos terroristas al gobierno venezolano?, después de todo van a cerrar la base de Guantánamo, y este gesto sería una señal de respeto por los derechos humanos.

Chomsky: Cerrarán Guantánamo porque no era útil para ningún propósito y se había convertido en una gran vergüenza para los Estados Unidos, tanto a nivel internacional como también a nivel nacional. Además, se había producido una inmensa cantidad de literatura escrita por profesionales jurídicos y de otras profesiones, condenando Guantánamo.

Era mentira que había que conseguir evidencia de la tortura en Guantánamo. Las discusiones en este sentido eran muy elaboradas. No es necesario tener evidencia. El simple hecho de que Guantánamo exista le dice a cualquier persona racional que Guantánamo es una celda de tortura, si no, por qué no se construyó en el Estado de Nueva York. Dijeron que era riesgoso permitirles a personas tan peligrosas estar en Nueva York. Pero no es peligroso. Si piensan que es peligroso por qué no ponerlos en una cárcel de máxima seguridad. De hecho, las cárceles de máxima seguridad en EEUU no son tan diferentes a las de Guantánamo. Ahí también torturan a los detenidos.

Guantánamo fue abierto en suelo extranjero para aparentar que está fuera de la jurisdicción de ley doméstica y la ley internacional. No hay ninguna otra razón para haberlo hecho así.

Este hecho nos dice que efectivamente es una celda de tortura. Por supuesto que la evidencia ha salido a relucir nos cuenta que esto es así. Esta cárcel no tiene ningún sentido para propósitos prácticos, y, al igual que Abu Ghraib, es un gran bochorno para Estados Unidos. De modo que la clausuramos para no sentirnos avergonzados. Pero este no es un paso hacia ninguna parte.

Referente a los terroristas, Orlando Bosch es el principal, Posada Carriles es el otro, y hay unos cuantos más. Estados Unidos los ha protegido desde hace años. Hay algo llamado la Doctrina Bush, la cual es considerada como el principio de facto de la ley internacional por profesores destacados de la Universidad de Harvard.

La Doctrina Bush dice que un país que cosecha terroristas es tan culpable como los mismos terroristas. Por tanto se les debe tratar como tal. Esto significa que Bush está llamando a bombardear a los Estados Unidos. Debería ser llevado a juicio por traición, ya que está llamando a bombardear a Estados Unidos de forma explícita. No hay duda de que estas personas son terroristas. En el caso de Orlando Bosch, ya han pasado 20 años.

El Departamento de Justicia y el FBI lo acusaron de unos 30 actos terroristas. Lo querían deportar por considerarlo una amenaza para la seguridad de los Estados Unidos. George Bush I le otorgó el perdón presidencial. Ahora camina felizmente por Miami, y recientemente se le sumó Posada. Entonces, si es cierto que la Doctrina Bush es un principio de facto de la ley internacional, los atentados del 11 de septiembre serían legítimos.

Pero ellos no son los únicos, Emmanuel Constant, uno de los principales asesinos en Haití bajo los escuadrones de la muerte, y quien de hecho fue respaldado por Clinton, aunque no se atreva a decirlo. Vive tranquilamente en Nueva York desde hace años. Haití trató de extraditarlo, pero Estados Unidos no se molestó en responder. ¿Por qué molestarse en responderle a Haití? Constant es responsable del asesinato de unas 4,000 personas, algo bastante serio. Era la cabeza de una organización terrorista en Haití. Fue recientemente apresado por una infracción menor. De hecho, Posada fue juzgado sólo por haber violado las leyes migratorias, no por haber puesto una bomba en el avión de Cubana de Aviación.

No veo ninguna indicación de que las cosas vayan a cambiar. Casi no existe presión a nivel público porque casi nadie maneja esta información, al menos que realmente estés involucrado en estos asuntos. Si se llevara a cabo una encuesta sobre este tema en Estados Unidos, prácticamente nadie tendría ningún conocimiento sobre este tema.


El New York Times y la guerra mediática

MV: Profesor, denos una idea de cómo funcionan los medios en EEUU. ¿Cómo ve usted la cobertura de éstas corporaciones mediáticas sobre Venezuela?. Por ejemplo, en el 2007 apareció un artículo en el New York Times escrito por Simón Romero, en el que argumenta que el gasto en armas de Venezuela ha subido a los niveles más altos del mundo. Romero afirma que Venezuela está llegando al nivel de compradores como Pakistán e Irán.

Chomsky: Estoy seguro de que Venezuela estaría encantada de poder comprar armamento a EEUU o a Francia pero no se lo permiten. Esta historia es vieja. Romero no es un tonto, él conoce la historia de América Latina.

Cuando, bajo la Administración de Eisenhower, Estados Unidos quiso derrocar el Gobierno democrático de Guatemala (Jacobo Arbenz), la forma como lo lograron fue, primero con muchas amenazas, - y EEUU no amenaza en broma, amenaza muy en serio – Además de las amenazas los difamaron, los tildaron de comunistas.

Cuando Guatemala trató de conseguir armas para defenderse de Estados Unidos, los bloquearon. Trataron de conseguir armas de Francia, pero Estados Unidos obligó a Francia a no enviar armas. Querían que consiguieran las armas del Oriente. Finalmente Guatemala pudo conseguir las armas en Checoslovaquia, lo cual causó gran furor ya que consideraban que esto ponía en peligro a todo el continente. Esto sirvió como base para la propaganda que el Gobierno de Estados Unidos utilizó antes de la invasión.

América Latina no estuvo de acuerdo, pero estaba siendo aterrorizada por Estados Unidos. En la privacidad apoyaban a Guatemala, pero públicamente no se atrevían. Intentaron hacer lo mismo con Cuba. De hecho existen documentos que lo comprueban. Gran Bretaña le aconsejó a EEUU que intentara forzar a Cuba a comprar armas en el Oriente, para así tener una base propagandística para atacar. Los cubanos terminaron comprándole armas a Rusia.

Intentaron lo mismo con Nicaragua. En los ochentas Estados Unidos hizo un gran esfuerzo para lograr que los sandinistas compraran armas de Rusia, o Libia, o de cualquier lugar del que pudieran sacar provecho. Pero, no lo hicieron. No cayeron en la trampa.

Entonces los EEUU hacían creer que Nicaragua le había comprado armas a Rusia. EEUU se opuso rotundamente a las elecciones del 1984 en Nicaragua, y a que éstas serian monitoreadas y gozarían de credibilidad; serían intensamente monitoreada por especialistas extranjeros, los cuales dirían que las elecciones fueron limpias, pero bajo las circunstancias era imposible.

Un país que está siendo desestabilizado a través de terrorismo en gran escala, no puede tener elecciones justas y limpias. Esto es como una regla. ¿Y cómo lo bloquearon? A través de un exitoso esfuerzo propagandístico. Mientras se realizaban las elecciones, la Administración Reagan inundaba el país con cuentos que relataban como Rusia enviaba armas avanzadas a Nicaragua. Desde luego que estas historias eran falsas, pero aún así eran publicadas en un sin número de portadas y titulares.

La opinión de la élite estadounidense se dividió de una forma interesante, el grupo de los halcones dijeron; está bien, vamos a bombardear Nicaragua, el grupo de las palomas, que incluía a senadores más moderados, dijeron que podía no ser cierto; primero tenemos que saber si es cierto. Pero, de ser cierto, tenemos que bombardear a Nicaragua porque no se les está permitido tener posesión de estas cosas.

¿Pero por qué los nicaragüenses querían armas? Necesitaban las armas porque la CIA tenia control total de su espacio aéreo y lo usaba para enviar instrucciones al ejercito terrorista (la contra) para que estos supieran como esquivar al ejército nicaragüense, y para que atacaran blancos suaves como las cooperativas de agricultores. No era un grupo guerrillero corriente, ya que contaban con computadoras y aviones dándoles las órdenes.

Nicaragua quiso defender su espacio aéreo, por lo tanto de haberlas adquirido (armas antiaéreas) hubiese sido completamente legítimo. Pero en realidad fue una farsa que tuvo éxito en minar la realidad de las elecciones, las cuales, de acuerdo a la historia en Estados Unidos, nunca tuvieron lugar. Es difícil tratar de encontrar alguna referencia sobre estas elecciones en los libros de historia.

Ésta es una técnica estándar, y les gustaría que usarla contra Venezuela. Que Venezuela deba o no hacerlo, caerían en la trampa. Pero es una trampa muy vieja. Romero ciertamente conoce esta historia. De cualquier forma, ¿qué clase de amenaza representaba Nicaragua, a quién va a atacar? Si miramos en retrospectiva, es difícil entender si Ronald Reagan era un ser humano o no. El de verdad se puso sus botas vaquero y declaró a Estados Unidos en situación de emergencia nacional por la amenaza a la seguridad nacional que representaba Nicaragua. Dijo además, que el ejército nicaragüense estaba a sólo dos días de Texas, y que prácticamente seríamos destruidos, y la gente esto no le pareció gracioso.

Me recuerda a un incidente que ocurrió, supongo que en 1961, cuando Kennedy estaba tratando de que la OEA apoyara las sanciones contra de Cuba, ya que esta era una amenaza para la seguridad del hemisferio occidental. La mayoría de países estuvieron de acuerdo por el miedo que le tenían. México fue uno de los que se negó. El Embajador mexicano le dijo a Kennedy que si el volvía a México y decía que Cuba era una amenaza para la seguridad, 40 millones de mexicanos se morirían de risa. Y es verdad que esto debería de causar risa.

Pero aquí no causó risa. Aquí si se lo creyeron. Aquí Nicaragua era una amenaza para la seguridad, Granada era una amenaza para la seguridad. Los rusos ni siquiera podían encontrarla en los mapas aún siendo la capital mundial de las nueces. A pesar de eso representaba una amenaza para la seguridad, y es por eso tuvimos que invadir.

Esto es lo que le venden a la gente en Estados Unidos, y es entendible. Los asuntos internacionales se manejan como una mafia. Si alguien se atreve a retar al padrino, quizás algún bodeguero que se niegue a pagar la cuota de protección, tienen que enviar sus armas para acabar con él y así harían de éste un ejemplo.

Por más insignificante que parezca, para ellos cualquier desafío a sus reglas es serio ya que les da a los demás la idea de que ellos tampoco tienen que pagar su cuota. Así que si Maurice Bishop de Granada tenía un sistema de cooperativas eficiente, la Administración Carter lo declaró una amenaza para nuestra seguridad. Mientras más débil sea el país, más grande es la amenaza. Porque si ellos se pueden salir con la suya, entonces el vecino del lado piensa que también lo puede hacer.

Si echamos un vistazo al registro de documentos nos damos cuenta de que EEUU es un país muy liberal, más que cualquier otro país que conozca. Contamos con un cuantioso registro de documentación interna. En el caso de Cuba, Guatemala, y otros países, la amenaza consistía en lo que Henry Kissinger denominó como un virus contagioso. Otros países pensarían que para ellos sería posible hacerlo también. Él se refería al Chile de Allende. Dijo que Allende era un virus que podía propagarse en el Sur de Europa.

Ahora, Kissinger no creía que el ejército de Allende aterrizaría en el Grid. Lo que sí creyó, y puede que tuviera razón, es que si la democracia parlamentaria conlleva a moderadas reformas socialistas en Chile, también podría fortalecer a grupos en Italia y en España que se encaminaban en esta misma dirección. Así que tenían que cortarlo desde la raíz.

Este es uno de los principios más importantes en asuntos internacionales, se encuentra en los registros históricos, aparece de forma explícita en los registros de documentos. Requiere de una inmensa disciplina de parte de las clases educadas para obviarlo. Lo que sí ven son los pretextos que usan para cada caso. El caso de Romero simplemente encaja en una vieja tradición.


America Latina y la Doctrina Monroe

MV: Para concluir, dénos sus comentarios sobre el giro a la izquierda de América Latina en este momento decisivo y sus reflexiones para las organizaciones de base en Venezuela, como los Consejos Comunales, en la tarea de la construcción del Poder Popular.

Chomsky: América Latina; Sudamérica, particularmente, está pasando por grandes cambios. Son cambios muy significativos que se ven en casi toda la región. Es quizás el lugar más emocionante en el mundo, y estos cambios se deben a los movimientos populares. Bolivia es un caso dramático, ya que es quizás el país más democrático en el mundo y es por eso que Estados Unidos la denuncia como anti-democrática, y EEUU es demasiado democrático para poder tolerar lo que está pasando en Bolivia. Hasta cierto punto algo similar está pasando en toda la región de forma variada.

Con respecto a las organizaciones populares en Venezuela, lo que están haciendo es asegurarse que la estructura realmente funcione y que se conviertan en instituciones de Poder Popular que funcionen y trabajen para cambiar las relaciones sociales y culturales, y para proveer el cambio político desde las bases.

Bolivia es un caso dramático. Si se compara a Bolivia con Estados Unidos resulta extremadamente interesante. Mencioné que la últimas elecciones en Estados Unidos fueron aclamadas por la industrias publicitarias como un logro maravilloso el haber comercializado a un candidato como se comercializa un artículo para la venta. No conocemos mucho acerca de las políticas de la Administración de Obama, pero lo que sí sabemos es que no provienen de las bases.

No hay organizaciones de base que influencien estas políticas. Puede que estas organizaciones den su opinión pero nadie les presta atención. Bolivia es exactamente lo contrario. Los bolivianos no están esperando las órdenes de Morales, para ellos entonces presionar a Morales. Aquí se supone que la gente espere las instrucciones del líder para después hacer presión. En Bolivia las políticas emergen de las organizaciones de masas, y fueron ellos quieres eligieron a alguien de sus propias filas.


Es interesante ver la euforia que hubo en Europa en torno a la campaña electoral en EEUU; sólo en Estados Unidos puede haber tanta magia. Bajo los estándares europeos, probablemente esto sea cierto; allá son más racistas que en EEUU. Pero, bajo los estándares mundiales no significa nada.

Es mucho más sorprendente que en Bolivia las organizaciones populares hayan podido elegir un presidente de sus propias filas, del campesinado. Hay muchos otros casos como este, pero han ocurrido en lugares donde la gente son considerados sub-humanos por Occidente, porque para estos estas personas son sujetos, no agentes (de cambio).

En Bolivia no fueron sólo las organizaciones populares, había problemas reales. En EEUU los problemas son marginalizados, porque ésta no es la forma de comercializar candidatos. En Bolivia los problemas se encaran; el control de sus recursos, derechos culturales, justicia, derechos étnicos y demás. No fue que el pueblo un día, simplemente, apareció en las urnas. El día de las elecciones fue sólo uno de los escenarios de una lucha popular que ha estado en marcha desde hace años. Esto sí es democracia.

Por eso es que aquí los medios describen a Bolivia como anti-democracia. La razón es que Bolivia es una democracia real, lo cual es intolerable. Pienso que este es el modelo a seguir. Las sociedades tienen sus propias maneras de hacer las cosas, pero éste es un modelo inspirador para Venezuela y otros.


MV: ¿Cree usted que la Doctrina Monroe ha sido destruida con la unión latinoamericana?

Chomsky: Está siendo retada. En Santiago de Chile hubo una reunión de UNASUR durante la cual los estados fuertes apoyaron a Morales frente los movimientos secesionistas en Bolivia. Esto fue sumamente importante. De hecho, fue tan importante que no se difundió en los medios de los Estados Unidos.

La respuesta de Morales fue que está muy agradecido por el apoyo brindado, y dijo que era la primera vez en 500 años que América Latina está tomando su destino en sus propias manos. Ahora, esto tiene demasiada importancia para ser difundido en los medios de este país. Para EEUU esto es un desafío, es por esta razón que son tan intransigentes. Hay documentos secretos de los Gobiernos de Kennedy y Lyndon Johnson donde explícitamente se dice que el problema con Cuba es que han logrado desafiar las políticas estadounidenses, que han logrado desafiar la Doctrina Monroe


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lundi 21 décembre 2009

"Le tonnerre entre les feuilles", Augusto Roa Bastos, traduction d'Eric Courthès, illustration de Carlos Meyer








Augusto Roa Bastos





LE TONNERRE ENTRE LES FEUILLES

Augusto Roa Bastos, Buenos Aires, Losada, 1954


Traduction d’Eric Courthès

Illustrations de Carlos Meyer


A Hérib Campos Cervera,
mort loin de sa terre.

Le tonnerre tombe et demeure entre les feuilles.
Les animaux mangent les feuilles et deviennent violents.
Les hommes mangent les animaux et deviennent violents.
La terre avale les hommes
et elle commence à rugir
comme le tonnerre.
(D’une légende aborigène.)




LE PEUPLE DU CABIAI


La première nuit que Margaret vit les carpincheros, ce fut la nuit de la Saint-Jean.
Ils descendaient la rivière, lentement, tels des îlots flottants. Les trois habitants de la maison coururent vers le talus afin de contempler l’extraordinaire spectacle.
Les foyers jaillissaient de l’eau elle-même. A travers eux apparurent les hommes du cabiai.
Ils semblaient être des êtres de cuivre ou de terre cuite, ils semblaient être des figures de fumée qui passaient libres de gravité à fleur d’eau. On devinait à peine leurs noires embarcations à fond plat, creusées dans des moitiés de troncs d’arbre, qui formaient une véritable flottille de rustiques canoës . Ils glissèrent silencieusement entre le crépitement des flammes, fendant l’étincelante membrane de la rivière.
Chaque pirogue était composée des mêmes occupants: deux hommes le manoeuvrant avec de longs bambous, une femme assise sur le pont, avec une petite marmite devant elle. A la proue et à la poupe, les chiens aux aguets et immobiles, aussi immobiles que la femme qui rejetait la fumée de son cigare par la bouche, sans jamais l’en sortir. Elles semblaient toutes vieilles, tellement elles étaient ridées et maigres. A travers leurs guenilles pendaient leurs seins flaccides ou émergeaient leurs omoplates pointues.
Seuls les hommes redressaient leurs bustes durs et forts. Ils étaient les seuls qui bougeaient. Ils produisaient la sensation de marcher sur l’eau entre les ilots de feu. A certains instants, l’illusion était parfaite. Leurs corps élastiques, sans autre vêtement que le pagne de tissu enroulé autour de leurs reins, duquel se balançait la machette nue, allaient et venaient alternativement sur les bords du canoë, afin de le faire avancer à l’aide de leurs perches. Tandis que celui qui se trouvait à bâbord, en pesant de tout son corps sur la perche plongée dans l’eau, s’inclinait vers la poupe, celui qui se trouvait à tribord, avec son bambou hors de l’eau, se penchait vers la proue, afin de répéter la même opération que son compagnon de bord. Le va-et-vient de l’équipage suivait ainsi le même mouvement tout au long de la file d’embarcations, sans qu’aucune d’entre elles ne subît la moindre oscillation, le moindre changement de cap. Il s’agissait d’un véritable petit prodige d’équilibre.
Ils allaient silencieux. Ils semblaient muets, comme si la voix formait à peine partie de leur vie errante et sylvestre. A un moment donné, ils relevèrent bien leurs visages, peut-être surpris eux-aussi par ces êtres farineux qui les regardaient passer du haut de la falaise, où se réverbérait la lumière du fleuve. Il y eut bien un chien ou deux pour aboyer. On entendit bien un mot guttural ou deux qui passèrent d’une embarcation à l’autre, tel des lambeaux de langue attachés à un son secret, mais le silence régnait sur le fleuve.

L’eau était bouillante. Le banc de sable était un immense charbon ardent. Les ombres des hommes du cabiai glissèrent rapidement à sa surface. Les derniers carpincheros disparurent bien vite dans la courbe de la rivière. Ils étaient apparus et ils avaient disparu comme dans une hallucination.

Margaret en fut fascinée. Sa petite voix était rauque quand elle demanda:

- Papa, est-ce que ces hommes sont des indiens ?
- Non, Gretchen, ce sont les vagabonds de la rivière, les gitans de l’eau, – répondit le mécanicien allemand.
- Et que font-ils ?
- Ils chassent les cabiais.
- Pourquoi ?
- Pour s’alimenter de leur chair et vendre leur cuir.
- D’où viennent-ils ?
- Ah ça ma Püppchen, on ne peut pas savoir.
- Où vont-ils ?
- Ils n’ont pas de but fixé à l’avance. Ils suivent le cours des rivières. Ils naissent, ils vivent et ils meurent dans leurs pirogues.
- Et quand ils meurent, Vati, où est-ce qu’on les enterre ?
- Dans l’eau, comme les marins au large, – la voix d’Eugen trembla un petit peu.
- Dans la rivière papa ?
- Dans la rivière Gretchen. Le fleuve est leur maison et leur tombe.

La petite fille demeura un instant en silence. Ses cheveux étaient si fins et si blonds qu’on aurait dit du lait ou du sucre, à la lumière éclatante des feux. Dans sa petite tête couleur de lune, le mystère des chasseurs de cabiai allait en tous sens. D’une voix tendue par l’émotion, elle demanda à nouveau :

- Et le feu mon Vati ?
- Ce sont les feux de la Saint-Jean, - expliqua patiemment l’immigrant à sa fille.
- Les feux de la Saint-Jean ?
- Les habitants de San Juan de Borja les allument sur l’eau cette nuit-là en hommage à leur Saint-Patron.
- Comment ça sur l’eau ? - l’interrogea à nouveau Margaret.
- Pas sur l’eau elle-même, Gretchen. Sur les nénuphars qui font office de radeaux flottants. Ils les entassent en grande quantité, ils les recouvrent de brassées de paille et de branchettes bien sèches, ils allument le feu et ils leur font lever l’ancre. Un jour nous irons à San Juan de Borja pour les voir faire.

Sur une longue distance, le fleuve brillait comme un serpent de feu tombé de la nuit mythologique.
C’est sans doute ainsi que Margaret se représentait la rivière pleine de feux de camp.

- Et les chasseurs de cabiai traînent ses feux derrière leurs canoës ?
- Non, Gretchen ; ils descendent tout seuls avec le courant. Les Hommes du Cabiai apportent seulement leurs canoës afin que les feux du Saint en roussissent le bois et qu’ils aient de la chance à la chasse pendant toute l’année. C’est une vieille coutume.
- Comment tu sais ça Vati ? – la curiosité de la petite fille était inépuisable. Du haut de ses huit ans, elle était émue profondément.
- Oh Gretchen ! – la réprimanda doucement Ilse-. Pourquoi poses-tu autant de questions ?
- Comment tu le sais Vati ? – insista Margaret sans tenir compte des remarques de sa mère.
- Les ouvriers de l’usine m’en ont parlé. Ils connaissent et ils aiment beaucoup les chasseurs de cabiai.
- Pourquoi ?
- Parce que les ouvriers sont comme des esclaves dans l’usine. Et les hommes du cabiai sont libres sur la rivière. Ils sont comme les ombres vagabondes des esclaves captifs de la raffinerie, des champs de cannes, des machines, - l’exaltation peu à peu le gagnait-. Des hommes prisonniers d’autres hommes. Les seuls qui vont librement ce sont eux. C’est pourquoi les ouvriers les aiment et les envient un petit peu.
-D’accord, -dit seulement la petite fille, un peu pensive.

A partir de cet instant, l’imagination de Margaret demeura totalement occupée par les chasseurs de cabiai. Ils étaient nés du feu devant ses yeux. Les foyers du fleuve les avaient amenés. Et ils s’étaient perdus au milieu de la nuit comme des fantômes de cuivre, comme des personnages de fumée libérés de la gravité.
L’explication de son père ne l’avait pas complètement satisfaite, sauf peut-être en un seul point : le fait que les hommes de la rivière étaient des êtres qui donnaient envie d’être libres. Pour elle, en plus, c’était des êtres beaux et dignes d’adoration.
Peu de temps après, Eugen tint sa promesse et l’emmena à San Juan de Borja, où le fleuve traverse le village en léchant les fondations de la vieille chapelle et le groupe de modestes maisons de bois échelonnées sur ses rives. Margaret observa tout ça de ses petits yeux avides et curieux, mais elle eut quelque doute sur la naissance en ce lieu des feux qui amenaient chez elle les chasseurs de cabiais.
En se torturant l’imagination elle inventa une théorie. Elle leur donna un nom plus en accord avec leur mystérieuse origine. Elle les appela Les hommes de la lune. Elle était parfaitement persuadée du fait qu’ils provenaient de la pâle planète de la nuit, à cause de leur couleur, de leur silence, de leur étrange destin.

« Les fleuves descendent de la lune –se disait-elle-. Si les fleuves sont leur chemin –concluait-elle avec une logique fantastique-, c’est sûr que ce sont les Hommes de la Lune. »

Elle fut la seule à le savoir au début. Ilse et Eugen demeurèrent en marge de son secret.
Ils avaient débarqué depuis peu à la raffinerie de canne à sucre de Tebikuary del Guairá . Ils arrivèrent directement d’Allemagne, juste après la fin de la première guerre mondiale. Pour eux qui provenaient des ruines, de la faim, de l’horreur, Tebikuary Costa leur sembla être au début un endroit propice. La verte rivière, les indistinctes palmeraies baignées par le vent du nord, cette rustique fabrique, presque primitive, les maisonnettes de bois, les champs de cannes jaunis, paraissaient suspendus de façon irréelle à travers la réverbération du soleil comme dans une immense toile d’araignée de fièvre poussiéreuse. Ils ne découvriraient que plus tard toute l’horreur que renfermait cette toile d’araignée, dans laquelle, les gens, le temps, les éléments, étaient prisonniers dans sa nervure sèche et rougeâtre, alimentée par la chlorophylle du sang. Mais les Plexnies arrivèrent à la raffinerie dans une période de calme relatif. Leur seul objectif c’était d’oublier. Oublier et recommencer.

- Cet endroit est bon, -dit Eugène en serrant les poings et en avalant l’air de tous ses poumons, le jour de leur arrivée. Dans sa voix, dans son attitude, plus de que la conviction il y avait de l’espoir.
- Il faudra qu’il soit bon, -corrobora tout simplement Ilse. Sa beauté fanée de paysanne bavaroise était tachée de marques de terre sur le visage, ternie par de tenaces souvenirs.

Margaret ressemblait plus à une poupée de porcelaine, minuscule, silencieuse qu’à une petite fille bien vivante, avec ses yeux couleur indigo lavé et ses cheveux raides couleur argentée. Sa petite robe de flanelle était aussi sale que ses chaussures rapiécées. Elle arriva soulevée par les bras robustes et tatoués d’Eugène, dont la sueur ruisselait depuis son visage osseux jusque sur les genoux de sa fille.
Au début de leur séjour, ils habitèrent sous un hangar rempli de vieux morceaux de fer au fond de la fabrique. Ils mangeaient et ils dormaient entre les orties et la rouille. Mais l’immigrant allemand était aussi un excellent mécanicien tourneur, de sorte qu’on le plaça immédiatement à la tête de l’atelier de réparations. L’administration leur assigna alors la maison blanche au toit de zinc qui était située dans ce méandre solitaire de la rivière.
Dans la maison blanche était mort assassiné le premier prête-nom de Simon Bonaví, patron de la raffinerie. Un des employés prévint le mécanicien allemand :

- Fais bien attention à toi, don Oiguen. L’âme en peine de Eulogio Penayo, le mulâtre assassiné, certaines nuits errera sûrement dans la maison blanche. Nous entendons régulièrement ses lamentations.

Eugen Plexnies n’était pas superstitieux. Il prit l’avertissement de façon sarcastique et il en parla à Ilse, qui ne l’était pas non plus. Mais ils firent très attention tous les deux afin que Margaret ne soupçonnât pas le sinistre épisode qui s’était produit à cet endroit, quelques années auparavant.


Cependant, comme si elle en avait eu l’intuition, Margaret, dès le début et ceci encore plus que sous le hangar des vieux morceaux de fer, se montra triste et apeurée. Surtout l’après-midi, à la tombée de la nuit. Les cris des singes sur la rive boisée la faisaient trembler. Elle courait alors se réfugier dans les bras de sa mère.

- Ils sont de l’autre côté Gretchen, -la consolait Ilse-. Ils ne peuvent pas traverser la rivière. Ce sont des petits singes, en peluche, on dirait des jouets. Ils ne font pas de mal.
- Et quand est-ce que j’en aurai un ? –demandait-elle alors, s’animant un peu.
- Nous en demanderons un aux bûcherons de la fabrique ou aux pêcheurs.

Mais elle avait toujours peur et elle était triste. Ce fut à ce moment là qu’elle vit les pêcheurs de cabiais à travers leurs foyers allumés, la nuit de la Saint-Jean. A l’improviste, un changement extraordinaire s’opéra en elle. Elle demandait qu’on l’emmenât jusqu’à la haute falaise de pierre calcaire qui surplombait la rivière, d’où on apercevait le banc de sable de la rive opposée, qui changeait de couleur au tomber du jour. C’était un spectacle magnifique. Mais Margaret regardait fixement les coudes de la rivière. On voyait bien qu’elle attendait avec une anxiété à peine dissimulée le passage des chasseurs de cabiais.
La rivière glissait doucement avec ses îlots de nénuphars et ses grosses racines noires auréolées d’écume. Le chant de l’ibijau gris résonnait comme une cloche inconnue plongée dans l’épaisseur des bois. Margaret n’avait déjà plus peur et elle n’était plus triste. Elle finit par saluer par des rires et en tapant dans ses mains les sauts argentés des poissons ou les vertigineuses chutes du martin pêcheur qui plongeait à la recherche de sa proie. Elle semblait totalement adaptée à son milieu et sa secrète impatience était tellement intense qu’elle ressemblait au bonheur.

Quand ceci se produisit, Eugen dit avec une profonde inflexion dans la voix :

- Tu vois, Ilse ? Je savais que cet endroit était bon.
- Oui, Eugen; il est bon parce que grâce à lui, notre petite fille rit.

En haut de la falaise, ils serrèrent dans leurs bras et ils embrassèrent Margaret, tandis que la nuit, comme un grand pétale noir chargé d’aromes, de silence, de lucioles, dévorait tout sauf le miroir tremblant de l’eau et le feu blanc et endormi du banc de sable.

- Regardez, à présent on dirait un fromage grosser flottant sur l’eau ! – commenta Margaret en riant. Ilse pensa aux gros fromages de lait de jument de son hameau. Eugen, à un banc de glace sur lequel son bateau s’était échoué une nuit près de Shager-Rak, pendant la guerre, en poursuivant un sous-marin anglais.



Tous les matins, venaient les lavandières. Leurs voix et leurs coups montaient du fond du précipice. Margaret sortait avec sa mère pour les voir travailler. La lessive tachait l’eau verte d’un long lacet de cendre qui descendait porté par le courant tout au long de la rive en forme de fer à cheval. En face, le banc de sable réverbérait sous le soleil. On y voyait défiler les ombres des oiseaux. Un beau matin, ils virent étendu sur la plage un caïman à la queue écailleuse et au dos dentelé.

- Un dragon maman ! … -cria Margaret, mais elle n’avait déjà plus peur.
- Mais non, Gretchen. C’est un crocodile.
- Qu’il est beau ! On dirait qu’il est fait de pierre et d’algues.

Un faon arriva à nouveau, en sautillant à travers les pâturages, tout près de la maison. Quand Margaret courut vers lui en l’appelant, il s’enfuit tremblant et flexible, en laissant dans les yeux bleus de la petite allemande l’image fugitive d’une tendresse sauvage, tout comme si elle avait vu sauter à travers la campagne un cœur d’herbe dorée, le cœur fugitif de la forêt. Un autre jour, ce fut un perroquet au corps grenat irisé, au jabot indigo et vert, aux ailes bleues, à la longue queue rouge et bleue et au bec crochu de corne; un arc en ciel de plumes au chant rauque posé sur la branche d’un timbo . Une autre fois, ce fut une vipère de corail qu’Eugen tua avec sa machette parmi les mauvaises herbes de l’enclos. C’est ainsi que Margaret découvrit peu à peu la vie et le danger dans ce monde de feuilles, tendre, âpre et insondable, qui l’entourait de toutes parts. Elle commença à aimer ses bruits, ses couleurs, ses mystères, parce qu’en plus elle y percevait l’invisible présence des hommes du cabiai.
Les nuits d’été, après le dîner, les trois habitants de la grande maison blanche allaient s’asseoir au dessus de la falaise. Ils y restaient à prendre le frais jusqu’à ce que les moustiques et les moucherons devinssent insupportables. Ilse chantait à demi voix des chants de son hameau natal, que le clapotis du courant entre les pierres estompait de façon ténue ou ponctuait de trémolos en rupture, comme si la voix résonnait à l’intérieur de bambous remplis d’eau. Eugen, fatigué par le travail de l’atelier, se couchait dans l’herbe avec les mains sous la nuque. Il regardait le ciel en se rappelant de son ancien travail de marin perdu, en laissant l’immense spirale des cieux verts sombre, truffés de boucles d’argent aussi brillantes que leurs contours, pénétrer au plus profond de ses yeux. Mais il ne pouvait annuler la préoccupation qui le rongeait sans cesse. Le sort des hommes de la sucrerie, dans les poitrines desquels soufflaient déjà les vents de la rébellion. Eugen pensait à ces véritables esclaves. En revanche, dans la petite tête platinée de Margaret, il y avait les hommes libres de la rivière, les Fabuleux Hommes de la Lune. Toutes les nuits, elle attendait pour les voir descendre la rivière.
Les hommes du cabiai apparurent encore deux ou trois fois dans l’année. A la lumière de la lune, plutôt qu’à l’éclat de leurs bûchers, ils acquéraient leur véritable substance mythologique dans le cœur de Margaret.
Une nuit, ils débarquèrent sur le sable, ils allumèrent de petits foyers pour faire griller leur ration de poisson et après le repas, ils se livrèrent à une étrange et rythmique danse, au son d’un instrument ressemblant à un petit arc. L’une de ses pointes pénétrait dans une calebasse fendue en deux et entourée d’une peau de cabiai bien tendue. L’instrumentiste faisait passer la corde de l’arc entre ses dents et il lui arrachait un bourdonnement sourd et profond comme si à chaque bouchée il vomissait à l’intérieur de la percussion tout le tonnerre qu’il avait dans le ventre. Tum-tu-tum… Tam-ta-tam… Ta-tam… Tu-tum…Ta-tam… Tam-ta-tam… Des bouffées de rythme chaud dans la corde du gualambau, dans le tambour de la calebasse, dans la dentition de celui qui en jouait. Ses côtes résonnaient, sa peau de cuivre, son estomac de vent, la calebasse recouverte de cuir et de tremblement, avec sa moelle de musique profonde ressemblant à la nuit de la rivière, qui faisaient se balancer les pieds aplanis, les corps d’ombre dans la fumée blanche du banc de sable.

Tum-tu-tum… Tam-ta-tam… Tu-tum… Ta-tam…. Tu-tummmm…

La respiration de Margaret était rythmée par le vrombissement du gualambau. Elle se sentait mystérieusement attachée à ce battement cadencé encaissé dans le lit de la rivière.
La musique cessa. Le faufil noir des pirogues se mit en mouvement avec ses rameurs aux longs bambous qui semblaient marcher sur l’eau, les embarcations s’éloignèrent peu à peu laissant des sillons d’écume de plus en plus calmes, jusqu’à ce qu’elles disparaissent totalement dans les ténèbres bleues parsemées de lucioles.

Elle les attendait toujours. A chaque fois son impatience était plus désordonnée. Elle savait toujours quand ils allaient apparaître et alors une étrange agitation s’emparait de tout son corps, avant même que la première pirogue ne longeât le coude de la rivière, là-bas au loin, tout au fond du lit du Tevikuary.

- Ils arrivent ! –la petite voix de Margaret surgit brisée par l’émotion.

Alors Ilse mettait fin à ses chants nasillards ou à son silence. Eugen surpris se redressait.

- Comment le sais-tu Gretchen ?
- Je ne sais pas. Je les sens quand ils arrivent. Ce sont les Hommes de la Lune…

Elle était infaillible. Un moment après, les pirogues passaient en peignant la chevelure de comète verte de la rivière. Le cœur de Margaret battait alors très fort. Ses petits yeux émerveillés tournoyaient dans les sillages de soie liquide jusqu’à ce que le dernier des canoës disparût dans le coude opposé du Tevikuary, derrière le blanc spectral du banc de sable rongé par de petits cratères d’ombre.
Ces nuits-là, la petite Margaret aurait voulu rester au dessus de la rivière jusqu’au petit matin car les discrets vagabonds du Tevikuary pouvaient remonter le courant à n’importe quel moment.

- Je ne veux pas aller dormir…, je ne veux pas rentrer maintenant ! Je n’aime pas la maison blanche ! Je ne veux pas rester ici…, ici ! –disait-elle en pleurnichant.

La dernière fois, elle s’accrocha aux arbustes du haut de la falaise. Ils durent littéralement l’arracher de là. C’est alors que Margaret fit une affreuse crise de nerfs qui la fit pleurer et se retourner convulsivement dans sa couche durant toute la nuit. Elle dormit ensuite presque vingt-quatre heures, d’un sommeil inerte et lourd.

- Le spectacle des hommes du cabiai, -dit Ilse à son mari-, bouleverse Margaret.
- Nous n’irons plus sur la falaise, -décida-t-il, profondément préoccupé.
- Ce sera mieux ainsi, Eugen, en convint Ilse.

Margaret ne revit plus les Hommes de la Lune dans les mois qui suivirent. Elle les entendit passer une nuit dans la gorge du fleuve. Elle était déjà couchée dans son petit lit de camp. Elle pleura en silence, en se contenant. Elle craignait que ses pleurs ne la dénonçassent. Les aboiements des chiens s’éteignirent dans la nuit profonde, et la rumeur ténue des pirogues égratignées par des vaguelettes phosphorescentes traversa le fleuve. Margaret pouvait les voir devant ses yeux. Elle se couvrit la tête avec les couvertures. Tout d’un coup, elle cessa de pleurer et se sentit étrangement tranquille car par un effort de son imagination, elle se vit en train de voyager avec les Hommes du Cabiai, assise, immobile, sur l’une des pirogues. Elle s’endormit en pensant à eux et elle rêva d’eux, de leur vie nomade et courageuse, glissant sans cesse par des couloirs d’eau à travers la jungle.
Sa peine reprit le jour suivant. Il ne pouvait lui arriver rien de pire que l’interdiction d’aller au sommet de la falaise. Elle redevint triste et silencieuse. Elle déambulait dans la maison telle une ombre, humiliée et farouche. Elle en vint à détester en secret tout ce qui l’entourait : la raffinerie où travaillait son père, le lieu sombre où ils habitaient, leur demeure aux murs de chaux en ruine, sa chambre, dont la fenêtre donnait sur la falaise, mais à travers laquelle elle ne pouvait apercevoir ses déités aquatiques et n’entendait que le frôlement des pirogues la nuit sur la rivière.
Malgré tout, Margaret s’en remit lentement, jusqu’à ce qu’elle-même finît par croire qu’elle avait oublié les Hommes de la Lune. La maison blanche sembla se remettre à flot grâce au bonheur de ses trois occupants, tel un iceberg tiède sous les tropiques.
Afin de le célébrer, Eugen ajout un tatouage à ceux qu’il avait déjà sur sa peau d’ancien marin. Sur la poitrine, près du cœur, il dessina avec de l’encre bleue le visage de Margaret. Il était fort ressemblant.

- Tu ne pourras plus t’échapper d’ici, ma Gretchen. J’ai ta photo sous ma peau.

Elle en riait, heureuse, et serrait affectueusement dans ses bras son cher petit papa.

C’est ainsi qu’arriva à nouveau la nuit de la Saint-Jean. La nuit des bûchers flottants.
Eugen, Ilse et Margaret étaient en train de dîner dans la cuisine quand les premiers îlots incandescents commençaient à descendre la rivière. L’éclat errant qui montait de la gorge rocailleuse leur dora le visage. Ils se regardèrent tous les trois, sérieux, indécis, pensifs. Eugen sourit enfin et dit :

- Oui ma Gretchen. Cette nuit nous irons à la rivière voir défiler les feux des hommes du cabiai.

Au même moment parvint jusqu’à eux le rugissement d’un animal mélangé au cri angoissé d’un homme. Le rugissement sauvage retentit encore avec un timbre métallique, indescriptible : on aurait dit le miaulement d’un chat enragé, une griffe d’acier rayant subitement une plaque de verre.
Ils sortirent tous trois en courant vers la falaise. A la lumière des foyers ils virent un homme du cabiai qui luttait avec une masse allongée et flexible, laquelle faisait des bonds prodigieux telle une boule d’argent poilue qui tournait en spirale autour de lui.

- C’est un tigre de l’eau ! murmura Eugen, horrifié.
- Mein Gott ! gémit Ilse.

Le chasseur de cabiai donnait des coups de machette désespérés à droite et à gauche, mais le grand fauve, aussi rapide que la lumière, rendait inoffensif le maniement sauvage de l’arme.
Les autres chasseurs de cabiai étaient déjà en train de débarquer sur le banc de sable, mais il était évident qu’ils ne parviendraient pas à arriver à temps pour cerner et achever à eux tous la bête. On entendait les lamentations des femmes, les cris courageux des hommes, les aboiements haletants des chiens.
Le terrible duel dura peu de temps, quelques minutes tout au plus. Un canal de sang coulait déjà de la pomme d’Adam de l’Homme du Cabiai jusqu’au bas de sa poitrine. Le grand fauve continuait à sauter tout autour de lui avec une agilité incroyable. On voyait son pelage brillant taché par le sang de l’Homme du Cabiai. A présent, c’était une boule rougeâtre, un tison ailé à la longue queue telle une nébuleuse, se courbant d’un côté et de l’autre dans ses furieux assauts, en tissant sa danse mortelle tout autour de l’homme obscur. Il lui sauta une fois de plus à la gorge et il resta accroché à sa poitrine car le bras de L’Homme du Cabiai était parvenu aussi à se refermer sur lui, en lui enfonçant la machette dans le dos jusqu’au manche, de telle sorte que la lame dut aussi se clouer dans son poitrail, tel un clou géant qui les aurait fait fusionner tous deux.
Le cri de mort de l’homme et le feulement métallique de la bête transpercèrent ensemble le tympan de la rivière. Ensemble leurs sangs commencèrent à jaillir à gros bouillons. L’Homme du Cabiai et le Tigre des Eaux demeurèrent un instant de plus dressés dans cette étrange étreinte, comme si tout simplement ils se donnaient l’accolade, manifestant l’un pour l’autre une amitié profonde, domestique, compréhensive.
Ensuite ils s’effondrèrent lourdement, l’un au dessus de l’autre, sur le sable, au milieu des scintillements oscillants. Après quelques instants l’animal demeura inerte. Les bras et les jambes de l’homme bougeaient toujours pris d’une angoisse crispée de vie. Un Homme du Cabiai décloua, en la tirant vers lui, la bête de la poitrine de l’homme, il l’égorgea et jeta sa tête au museau allongé et aux atroces canines dans la rivière avec furie. Les autres commencèrent à entourer le moribond.
Ilse se couvrait le visage de ses mains. La frayeur étranglait ses gémissements. Eugen était rigide et pâle, ils avaient les poings enfoncés dans son ventre. Seule Margaret avait contemplé la lutte d’un air impassible et absent. Ses yeux secs et brillants regardaient vers le bas, emportés dans la fixité absolue de l’inconscience ou du vertige. Seul le rythme de sa respiration était plus agité. Par un pacte mystérieux avec les divinités de la rivière, l’horreur l’avait épargnée. Perchée sur le tertre calcaire illuminé par les foyers qui voguaient à la dérive, elle était devenue une petite déité, presque incorporelle, irréelle.
Les Hommes du Cabiai paraissaient ne plus savoir que faire. Certains d’entre eux levèrent la tête vers la maison des Plexnies et ils la désignèrent avec des gestes et des mots inintelligibles. C’était la seule maison dans ces parages déserts. Ils délibérèrent. Ils se décidèrent enfin. Ils chargèrent le blessé dans une pirogue. Toute la flottille traversa la rivière. Ils débarquèrent à nouveau et escaladèrent la falaise.
Margaret, immobile, voyait monter vers elle, chaque fois plus proches, les Hommes de la Lune. Elle voyait monter leurs visages obscurs à moitié indiens. Leurs petits yeux dissimulés sous leurs cheveux noirs hirsutes et durs comme du crin. Dans chacun de leurs yeux brillait un minuscule bûcher. Leurs visages anguleux aux pommettes de pierre verte montaient peu à peu, leurs torses étaient couleur de cuivre et noueux, leurs mains immenses, leurs pieds cornés et plats. Au milieu d’eux venait le mort qui appartenait déjà à la terre. Derrière lui montait les femmes en guenilles, maigres et aux seins lourds. Ils montaient, ils grimpaient, ils rampaient vers le haut comme des ombres collées à la falaise resplendissante. Avec eux montaient les étincelles des bûchers, les voix gutturales, les plaintes d’iguane blessé d’une de leurs femmes, les aboiements des chiens montaient en jaillissant de leurs gueules, une odeur nauséabonde de plantes aquatiques montait aussi, de poissons pourris, de fétidité de cabiai, de sueur…
Ils montaient, ils montaient toujours.

- Partons d’ici, Gretchen !

Ilse l’agrippa et l’emmena.
Eugen ramena la lanterne de la cuisine quand les Hommes du Cabiai arrivèrent à la maison. Il sortit dans le couloir un lit de camp en cuir et ordonna avec des gestes qu’on y déposât l’agonisant. Ensuite, il partit en courant vers l’infirmerie afin de voir s’il pouvait encore secourir la victime. A hauteur de la clôture, il cria :

- Je reviens de suite Ilse ! Prépare de l’eau chaude et des récipients propres !

Ilse va dans la cuisine, avec la peur au ventre et la tête qui tourne. On l’entend s’agiter fébrilement dans l’obscurité rougeâtre. On entend le bruit des ustensiles sur le feu.
Le scintillement de la lanterne fumante projette sur les murs les ombres mouvantes des Hommes du Cabiai immobiles et silencieux. Même les gémissements d’iguane ont cessé. On entend le sang tomber goutte à goutte sur le sol. A travers les corps coriaces, Margaret voit le pied énorme de l’Homme du Cabiai étendu sur le lit de camp. Elle s’approche un peu plus. A présent elle voit l’autre pied. On dirait deux plaques calleuses, presque dépourvues de doigts et de talons, traversées par de profondes fentes provoquées par le frottement avec le bord coupant de la pirogue, creusées par des lieues et des lieues, par des années et des années d’un destin d’errance à naviguer par les couloirs du fleuve. Margaret pense que ces pieds là ne marcheront plus sur le fleuve et elle est pleine de tristesse. Elle ferme les yeux. Elle voit la rivière qui brasille, comme tatouée de lucioles. L’odeur de musc, l’arôme fort et sauvage des Hommes du Cabiai a empli la maison, il lutte contre la ténébreuse présence de la mort, il maintient en haleine le petit cœur léger de Margaret. Il l’attire tout en l’angoissant. C’est l’odeur sauvage de la liberté et de la vie. A ce moment là de nombreux éléments disparaissent de la mémoire de Margaret. Sa volonté s’endurcit à travers une idée fixe et pleine de tension qu’elle sent croître en elle. Ce sentiment la pousse à agir. Elle s’approche d’un vieil Homme du Cabiai, c’est le plus grand et le plus vieux de tous, il s’agit peut-être du chef. Sa main se tend vers la grande main obscure et reste accrochée à celle-ci, tel un minuscule papillon blanc posée sur une pierre de la rivière. Les foyers continuent à dériver sur la rivière. Le sang tombe goutte à goutte sur le sol. Les Hommes du Cabiai sortent alors de la maison. L’espace d’un instant, leurs pieds calleux raclent la terre du jardin en se dirigeant vers la falaise, en glissant sur le sol, telles de véloces et rythmiques tortues. Ils s’éloignent. La rumeur cesse. On entend à nouveau le sang du mort solitaire, abandonné dans le couloir, qui s’égoutte. Il n’y a personne.
Ilse sort de la cuisine. La peur, la frayeur, la terreur, la paralysent un instant comme un bain de chaux vive qui fissure tout son corps et brûle même sa voix. Elle appelle ensuite sa fille en poussant un cri blanc, délavé, qui bute en vain sur les murs plein de fissures :

- Margaret…, Gretchen… !

Elle court vers la falaise. Le faufil des pirogues se perd déjà dans le coude de la rivière, entouré de bûchers flottants. Les reflets montrent encore pour un instant, avant de disparaître dans les ténèbres, les cheveux de lait de Margaret. Elle flotte telle une minuscule lune dans l’une des noires pirogues.

- Gretchen…, mein herzchen… !

Ilse revient en courant à la maison. Un fonds d’espoir instinctif la meut. Peut-être que non ; peut-être qu’elle n’est pas partie.

- Gretchen…, Gretchen… ! –son cri amer et sec acquiert déjà l’insistance sans mémoire de la folie.




Elle arrive au moment où l’Homme du Cabiai mort se lève de son lit transformé en un gigantesque mulâtre. Elle l’entend rire et pleurer. Elle le voit marcher comme un aveugle en se cognant contre les murs. Il cherche une sortie. Il ne la trouve pas. Peut-être que la mort l’encercle à nouveau. Son rire résonne. Ses os résonnent contre le mur d’enceinte. Ses pleurs et ses plaintes résonnent aussi.

Ilse s’enfuit à nouveau vers la rivière, vers le talus. Les rouges foyers descendent au fil de l’eau.

- Gretchen…, Gretchen… !

Un coup de tonnerre sourd lui répond à présent. Il surgit de la rivière, il emplit toute la caisse de résonance du Tevikuary en explosant sous le ciel noir. C’est le gualambau des Hommes du Cabiai. Ilse se rapproche comme aimantée par cette vibration sinistre qui emplit à présent toute la nuit. A l’intérieur il y a Gretchen, à l’intérieur tremble le petit cœur de sa Gretchen… Elle regarde vers le bas depuis le haut de la falaise. Elle voit beaucoup de corps, les corps sans visage de nombreuses ombres qui se sont réunies pour danser sur le sable au son du tambour de calebasse.

Tum-tu-tum… Tam-ta-tam… Ta-tam… Tu-tum… Tam-ta-tam

Les pieds plats et les corps d’ombre des Hommes du Cabiai s’agitent parmi la fumée blanche du banc de sable.
D’immenses dents de terre, de feu, de vent, mâchent la corde aquatique du gualambau et lui font vomir des coups d’archet sur les tempes de farine d’Ilse qui résonnent tel un tonnerre de feu.

Tum-tu-tum…Tam-ta-tam…Tum-tu-tummm…

Dans le tambour de calebasse le battement rythmique et sourd s’éteint peu à peu, il devient chaque fois plus lent et ténu, plus lent et ténu. On discerne à peine le dernier roulement telle une goutte de sang qui tombe sur le sol.