lundi 3 septembre 2007

"Isla Margarita, una ínsula transfronteriza del Alto Paraguay", Eric Courthès


ISLA MARGARITA, UNA ÍNSULA[1] TRANSFRONTERIZA
DEL ALTO PARAGUAY

“…Entonces se tiene la sensación de que el peñón remontara el río, entre las centelleantes y lejanas barrancas….El islote suelta amarras y empieza a remontar el río, imperceptiblemente, sin apuro.”, Augusto Roa Bastos, Hijo de hombre, p. 239, p. 242

Eric Courthès
CRIMIC SAL
París IV
Proyecto de investigación:

Isla Margarita es una isla terrestre paraguaya, una ínsula, se ubica entre dos brazos del río Paraguay, a la altura del puerto brasileño de Porto Murtinho, (excusado es recordarles la casi idéntica situación física de Macondo, isla de la Ciénaga colombiana, o la de Manorá, del Guairá de Roa Bastos, rodeada por las aguas seis meses al año), que queda a tres días de barco de Asunción, y a más de 800 km por la ruta, transitando por Brasil.

Son tantas las ínsulas en la literatura latinoamericana, el cronotopos del aislamiento está tan desarrollado que se podría reunir cada año un congreso sobre insularidad terrestre[2], en la ficción y la extraordinaria realidad hidrográfica de América Latina.

En este estudio, vamos a analizar los factores influyendo en la insularidad[3] de Isla Margarita y los modos de remediarlos sin peligrar el equilibrio cultural de las comunidades ayoreo que habitan cerca de la isla: Cucaani, Guidaiao e Isla Alta.

Luego, al contrario, vamos a analizar la lengua híbrida que utilizan sus moradores, siendo muchos cuadrilingües: ayoreo, guaraní, español paraguayo, brasileño, a partir de grabaciones de locutores cuadrilingües o de textos publicados por escritores o cantantes de esta zona de intercambios transfronterizos: “es un cruce de pueblos, lenguas, noticias y comercios[4].”, que le permite también ser una isla extremadamente abierta.



La meta final sería, a partir de esta antropología transfronteriza, emitir un discurso sobre fronteras a partir de la dicotomía: abierta/cerrada, y analizar el discurso cuadrilingüe de locutores de la isla, traspasando los límites de cada lengua, y exponiendo al final la transculturación lingüística ideal, una nueva lengua totalmente híbrida, a partir de cuatro fuentes diferentes, una “babelización” al revés[5]

En los momentos críticos de la evolución del hombre que estamos pasando, en los que vamos vacilando entre comunitarismos y globalización, en que tensiones extremas e inversas nos impulsan a cambios radicales, en la reflexión sobre la noción de frontera, tan arbitraria como el significante, hacen falta ejemplos concretos de “transfronterización” lograda…


[1] Eric Courthès, La ínsula paraguaya, Asunción, CEADUC, BAP, Vol. 49, 2005

[2] Véase el reciente Congreso del CELCIRP de París III, organizado en la isla del Príncipe Eduardo, Canadá,
“La insularidad en el Río de la Plata”, 6-8 de julio de 2006, al cual acudieron investigadores de todos los ámbitos y al cual tuve la suerte de participar, para presentar mi ensayo sobre las insularidades del Paraguay.

[3] La isla, marítima o fluvial, en tanto universo cerrado, tiene que ver con la noción de fronteras, sería una especie de espacio cerrado de fronteras perfectas, acuáticas, naturales e infranqueables a veces. A raíz de ello, su meta esencial sería la apertura al mundo. En este aspecto, la isla argentina Martín García, en la confluencia entre el río Uruguay y el Río de La Plata, podría ser el parangón de las islas abiertas de esta zona. En efecto, amén de un turismo bastante desarrollado, es la sede de numerosos encuentros políticos y culturales entre los países del Río de La Plata, por resultarles céntrica a todos los protagonistas: Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil. En otro ámbito latinoamericano; pasa lo mismo con la muy turística isla homónima venezolana, al suroeste de Caracas, donde Chávez suele reunir a sus socios.

[4] José Zanardini, Mirando de frente, “Por la senda de un pueblo fuerte”, Asunción, CEADUC, BAP, Vol. 31, 1999, p. 56.

[5] En el Chaco paraguayo conviven un montón de comunidades diferentes, sin transculturar entre sí, no sólo indígenas sino también extranjeras: brasileñas, menonitas, japonesas, ucranianas, y otras más, configurando una nueva Babel horizontal…En este aspecto Isla Margarita desde un punto de vista etnolingüístico sería una excepción a la norma “comunitarista”…

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