dimanche 2 septembre 2007

"Lo transtextual en Roa Bastos", Eric Courthès, Asunción, CEADUC, BEP, Vol. 67, noviembre de 2006





LO TRANSTEXTUAL

EN ROA BASTOS


























© Eric Courthès



















































Tapa : Bernard Claverie





PARATEXTO MACIELANO

LA URDIMBRE DE LO TRANSCRIPTO


Gracias a Eric Courthés cursé mis inicios en la Lingüística, ciencia de la que ignoraba todo, incluyendo lo primordial hasta conocer los asiduos trabajos courthesianos. Ser escritor en el submundo periférico de la América del Sud no puede admitir, además, lujos superfluos. No podemos, con total indigencia de pudor ignorar las bases elementales del instrumento que pretendemos utilizar para crear. Con los libros de Eric se reflexiona en este sentido en todas las direcciones: se disecciona el texto que nos indica, se lo eleva hasta la altura de su hipóstasis, se desciende en las plataformas que lo sustentan, se lo extiende hasta el vertiginoso límite de lo inacabable. Empezamos a intuir que la lengua y el texto encierran complicados universos de relaciones que desconocemos.
¿Qué es un texto? Milagros, la gran Milagros Ezquerro nos lo dice con una precisión arrobadora: “todo lo que tiene que ver con la práctica significante cuyo material es la lengua”. Siento que estamos debatiendo entre amigos y ambos, Milagros y Eric, nos dan las pistas para empezar a sospechar que estamos debatiendo (platicando, diría un mejicano o una mejicana) en un ámbito que es a la vez el material, el símbolo que evoca y la representación que significa para terceros y cuartos y así, en una sucesión que podría abarcar el infinito si tuviese existencia tangible y no fuese, como creemos los poco creedores, un simple concepto demasiado ambicioso.
Eric señala los mecanismos, unidades y relaciones que establece el texto desde el instante de su inscripción en la escritura que lo fija, tomando como referencia la obra literaria que todos heredamos de Augusto Roa Bastos. La escritura de Roa es la urdimbre sobre la cual, con la habilidad propia de quien ha tensado todos los hilos de la trama, Eric nos invita a descomponer y recomponer los pretextos del texto: la intertextualidad donde conviven dos o más escritos que se combinan sin mezclarse; la paratextualidad que ejerce este prefacio que intenta quizás sin éxito, aclarar y reclamar el libro de Courthés que lo continúa con más pericia; la hipertextualidad que une dos escritos: un predecesor (hipotexto) con un sucesor (hipertexto) al que comenta, amplía, enriquece o niega según el mundo de posibilidades que tiene a mano el autor o la autora. Todo lo aplica sistemáticamente Eric Courthés a la obra de Roa Bastos. No se malgasta en actitudes pedagógicas de liceo provincial. No. Courthés incita una y otra vez a entrar y salir de la obra de Roa Bastos a la que otorga una complejidad creciente que enriqueciéndola, nos enriquece enormemente como lectores, como escritores, como estudiosos y finalmente como co-autores como quería don Augusto. Todas y cada una de estas funciones trigonométricas de la
interpretación están a mano en el texto. Nada es inane si ampliamos el horizonte discursivo con los instrumentos que pone a nuestra disposición la crítica literaria que debería generar una sana adicción entre los escritores y las escritoras porque condensa en sí una babilónica fusión de disciplinas (no le es ajena la Teoría Literaria, tampoco elude la Filosofía –sobre todo, la Filosofía Analítica del Lenguaje-, el Estructuralismo y su correlato, el Funcionalismo; la Sociología, la Etnolingüística, la Psicología, la Historia de las Religiones, la Summa de la Cultura que la determina) que nos llegan abonando el terreno sobre el que pretendemos cultivar la letra, el signo, la palabra y el símbolo.
Sea feliz el lector con el libro de Eric y olvídeseme de inmediato. Yo no quiero olvidar a los amigos y amigas citados como testigos en la obra de Courthés: Milagros, la gran Milagros Ezquerro; Alain Sicard, Julien Roger, Jean Andreu, Wladimir Krysinski: todos francófonos que, como Eric me han enriquecido con generosidad.
Una vez más, gracias.

Alejandro Maciel.































« El rostro y las ropas se engrosaban (en el vagón) y yo imaginaba que a esas personas, la velocidad, les desgarraba el alma”, Memorias de escritor, Carolina Orlando, p. 30[1]


“ Alguien debería escribir alguna vez
la historia de la gente como Maíz… »
Hijo de hombre, Destinados, VII, p 252[2]


I) EL TEXTO Y LAS RELACIONES TRANSTEXTUALES


Según Milagros Ezquerro[3], el texto es « Desde las inscripciones lapidarias hasta los esloganes publicitarios pasando por las formas orales,…todo lo que tiene que ver con la práctica significante cuyo material es la lengua. » Dentro de ésta, el texto, -del latín textus: ‘tejido-’, es primero un signo constituido por una red de signos, que van tejiendo relaciones entre sí.

En el marco de una perspectiva semiopragmática por una parte, nos dedicaremos a describir las relaciones transtextuales entre estos signos, entre estos textos, auctoriales o no, y por otra, procuraremos determinar cómo estas combinatorias impactan en el lector, modelo o no.

No bastará con analizar el texto escrito, los diversos hipotextos orales de la obra roabastiana tendrán también su debido examen, sin embargo, descartaremos en este estudio los hipotextos pictóricos que tienen gran relevancia en El fiscal, Madama Sui y Los Conjurados del Quilombo del Gran Chaco. A fin de llevar a cabo nuestra empresa, adoptaremos la tipología de Gérard Genette[4], el cual distinguía cinco tipos de relaciones transtextuales :


A) La intertextualidad : « relación de copresencia entre dos o varios textos, esto es eidéticamente y las más de las veces, que se manifiesta por la presencia de un texto dentro de otro, »

B) La paratextualidad : « la relación que el texto mantiene, dentro del conjunto formado por una obra literaria, con su paratexto : título, subtítulos, intertítulos ; prefacios, postfacios, notas, prólogos y proemios, etc. »

C) La metatextualidad : « la relación llamada de comentario, que enlaza un texto con otro del cual está hablando, sin citarlo forzosamente. »

D) La arquitextualidad : « El conjunto de las categorías generales, o trascendentales, -tipos de discursos, modos de enunciación, géneros literarios, etc-, que determinan cada texto singular. »

E) La hipertextualidad :“ cualquier relación uniendo un texto B ( hipertexto) con un texto anterior A (hipotexto), que se inserta en aquél de un modo que no sea del comentario. »


Sin embargo, como el propio autor lo señala, estas categorías no son compartimientos estancos, y muy a menudo el sentido y la « significancia »[5] brotan aún más de sus zonas de intersección…

Además se las puede afinar un poquito más, distinguir por ejemplo la hipertextualidad auctorial, muy fuerte en Roa, y la hipertextualidad alógrafa, que los críticos suelen llamar intertextualidad.

Por lo tanto, no abordaremos la primera categoría de Genette bajo este rótulo sino en la parte dedicada a la hipertextualidad alógrafa, los demás conceptos semiológicos tendrán su debido análisis, en el mismo orden propuesto por Genette, salvo al final en que abordaremos primero lo arquitextual para terminar con lo metatextual, por serle ajeno al autor, excepto contadas excepciones de metatextos auctoriales.

El hecho de diferenciar y matizar tanto estas categorías, no puede sino traer sentido nuevo[6], en este espacio semántico por descubrir que constituye el texto, con sus fronteras inciertas y sus múltiples enlaces, que nos llevan hacia una lectura no lineal e infinita, o más bien « transfinita »[7], de la obra de Roa Bastos y todas las demás…


2) LO PARATEXTUAL EN ROA

2 A) ECONOMÍA PARATEXTUAL
[1] Sin publicar están aquellas preciosas memorias apócrifas de Roa*a, en este pasaje es abrumador el ejercicio a la vez hipertextual y metatextual de re-escritura del capítulo Estaciones, de Hijo de hombre, es más pega perfecto con el aspecto atormentado de Miguel Vera en la ilustración de tapa de Bernard Claverie…

*a: véase el comienzo en mi blog sobre Roa, http://spaces.msn.com/members/ROABASTOS/PersonalSpace.aspx

[2] Vamos a usar para citar la edición siguiente : Hijo de hombre, Madrid, Alfaguara, 1990, ( 1985 ), ( 1960, Losada ). En todo el ensayo nuestro, los pasajes o las nociones más importantes en nuestra opinión, aparecerán en negrillas, además subrayaré excepcionalmente los conceptos nuevos. Este trabajo es la traducción y ampliación de un artículo mío, que va a ser publicado por el CRIMIC SAL de La Sorbona, en otoño del 2005, « Le texte et ses liens chez Roa ». Todas las traducciones de las citas del francés al español serán nuestras.

[3] Fragments sur le texte, París, L’Harmattan, Langue § Parole, 2002, p 9.

[4] Palimpsestes La littérature au second degré, París, Editions du Seuil, Points Essais, 1982, p 8 y passim.

[5] « La intertextualidad es (…) el mecanismo propio de la lectura literaria. De hecho es la única que produce la significancia, mientras que la lectura lineal y no literaria, sólo produce el sentido. », Gérard Genette, ibid, p 9.

[6] « Aquella inspiración que se nos veta no puede sino brotar de la grieta. El primer capítulo del Génesis no dice otra cosa: y para darles existencia, Dios nombra las cosas y de este modo las separa, ordenando el caos original, indistinto e indiferenciado, creando aquella grieta entre las aguas de arriba y las de abajo, un entre-dos de donde puede manar una luz. Sólo la separación, la diferenciación permiten adquirir una mirada, dar sentido y crear algo ( el verbo hebreo bara, significa ‘crear’ y ‘ cortar, separar’ ). », revista literaria Le Lézard bavard, dossier : « La Parole déplacée », « Une autre parole », Adrien Montolieu, n° 5, septiembre de 2004, Ediciones CDP de Mayotte, p 12.

[7]« Esta « poética de las variaciones », una de mis invenciones retóricas, tiene su justificación en el hecho, no comprobado, de que lo absolutamente original sería ilegible e incomprensible. Sólo se puede variar-reinventar-lo ya dicho, lo ya visto, lo ya existente. Crear es creer en lo nuevo, en lo dicho de otra manera, de una manera de decir que dice por la manera. La justificación es débil, lo reconozco ; pero aún así, la poética de las variaciones se sostiene desde el ángulo del sujeto-autor que trabaja en el universo no infinito pero sí transfinito de los significados y los signos. », Augusto Roa Bastos, « El agujero en el texto ( o las trampas del sujeto en la historia, en la ficción y en la crítica literaria ) », conferencia inédita, España ???, 1995 ???, p.7. El Maestro de Asunción nos divulga aquí todo su potencial metatextual…Gracias a Alain Sicard, que le inspiró a Roa el título de la conferencia, cuyo texto me mandó, y lo integrará en el próximo número de la Colección Archivos, dedicado por fin a Roa Bastos.

*a : « El agujero en el texto ( Apuntes para una relectura de Hijo de hombre ) », América, Cahiers du CRICCAL, n° 14, « Histoire et imaginaire dans le roman hispano-américain contemporain « 2ème série, Presses de La Sorbonne Nouvelle, 1994.

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