mercredi 25 août 2010

« AIMÉ BONPLAND Å TAHITI »




« AIMÉ BONPLAND Å TAHITI »
LE MERCREDI 22 SEPTEMBRE 2010
A LA SALLE DE PROJECTION
DE LA MAISON DE LA CULTURE
DE 17h00 A 19h00
FILM DE LUIS ARMANDO ROCHE :
« AIRE LIBRE »
Venezuela, 1996

SUR L’EXPÉDITION DE L’ORÉNOQUE ET DE L’AMAZONE D’AIMÉ BONPLAND ET D’ALEXANDRE DE HUMBOLDT
SUIVI DE LA PRÉSENTATION DU ROMAN D’ERIC COURTHÉS :
« LE VOYAGE SANS RETOUR D’AIMÉ BONPLAND, EXPLORATEUR ROCHELAIS »

jeudi 12 août 2010

"Memorias de un muerto", por Alejandro Maciel





LA NOVELA DE ERIC COURTHÉS:




Parece interesante iniciar una obra narrativa con una serie de consideraciones acerca de la muerte. Ya sabemos que cuando el lúcido occidente judeocristiano pudo convalecer y curar del tabú del sexo no fue sino para descubrir que detrás estaba un enigma mucho mayor: la muerte, que había fundado todas las religiones del planeta, había resucitado tras las cenizas del sexo. Esta verdadera “documenta mortis” nos recibe en el libro de Eric Courthés, una novela biográfica sobre Aimé Bonpland, el exhaustivo estudioso de la vida.

Digo novela biográfica porque, aunque a través del texto y los paratextos, el autor cambie constantemente el narratario, todos los hechos acerca de la vida de Bonpland están casi obsesivamente señalados, respaldados y documentados. La novela se deja leer casi sola, basta abrirla y fijar la mirada, porque la vida de Bonpland está lejos de aquella idea del sabio de gabinete que nos imaginamos.. Alguien que conoció y trató de tú a tú a Simón Bolívar, José de San Martín, Gaspar Francia, Pancho Ramírez, Rivadavia, Juan Pujol, Pedro Ferré y Napoleón Bonaparte (entre otros y otras…) no puede ser el coleccionista neutral que vive encerrado en un herbario. Y esta vida aventurera del personaje Bonpland apasiona al autor, Eric Courthés, que mueve las piezas de la obra en un orden cronológico pero partiendo de un tiempo inexistente, desde el testimonio de la muerte, desde la muerte misma que es, como todos sabemos, la cesación de todo tiempo en la penumbra y la inmovilidad.

Desde ese espacio de desconciertos la voz (o la escritura) de Bonpland-personaje empieza cuestionando a quien lo quiso asesinar post-mortem. Eric Courthés, francés, charentés como Bonpland, mezcla episodios, personajes de otras novelas, retazos biográficos, encuentros, diálogos, reflexiones y ese todo conforma el universo ficcional de la narración.

Si bien Eric Courthés escogió una trama imaginaria para narrarnos la vida de Bonpland, la sintaxis narrativa utilizada, la selección de hechos, la causalidad y secuencia de los mismos, todo está tomado de la biografía de Aimé Bonpland y sirven exactamente a una fiel lectura de la vida del sabio y al mismo tiempo al propósito estético de la obra.

Quizás el rasgo más perdurable de esta lectura de “El viaje sin retorno de Amado Bonpland” sea el de la cristalina amistad entre Bonpland y Alexander Humboldt que entra y sale del relato, pero siempre permanece como trasfondo de la fidelidad mutua entre ambos sabios, reflejo inequívoco de la fidelidad consigo mismos, que no conoce de celos y desconfianzas detrás de la gloria.

Las conflictivas relaciones familiares de Bonpland, desde “Les Chauvins hasta La Malmaison” no eclipsan el eje del argumento, que se vuelve apasionante, y en el que la contundencia de una matanza de indios camino al Orinoco alterna con las delicadas descripciones de un brote o una flor.

¿Dónde está el narrador del relato?, tienta preguntarnos. Una feliz combinación de evocaciones y testimonios, de confesiones y conversaciones, vuelve ubicua la voz narrante a pesar del hilo de la primera persona que parece dominar la obra. Otro aspecto que no quiero dejar afuera es el entusiasmo por Latinoamérica que Eric infunde al personaje tanto como el personaje infunde a Eric. La descripción, por ejemplo, de la isla Martín García, que el autor visitó, despliega todo un arsenal de sensaciones que nos sitúan en ese tiempo ya fuera del tiempo y en ese espacio que (como yo) no conocemos. La fallida experiencia de La Candelaria, el encierro en Tevikuary (adonde lo encarcelara Gaspar Francia durante 10 años)… toda la novela está construida con el encanto de un pasado desconocido sobre un hombre aún más desconocido para la mayoría. Esa vida llena de peripecias hace avanzar la trama de la obra, y pareciera como esas fatalidades de las tragedias griegas, en las que la voluntad humana tiene poco margen porque hay un destino implacable que se antepone a la visión del hombre, como si la infausta historia de Latinoamérica encarnase repentinamente en un extranjero, como es el personaje y como es el autor.

Alejandro Bovino Maciel

9 de agosto 2010, Biblioteca Nacional Argentina.

http://www.servilibro.com.py/v2/detalles_libro.php?id_catalogo_libro=1004

"Memorias de un muerto", por Carolina Orlando





Las lecturas, las imágenes, las vivencias vuelven a nosotros convertidas en recuerdos. Cuando nos llegan, golpean y dejan una marca en la memoria, o parafraseando a De Quincy, forman capas. El conjunto de esas capas forma un Todo compuesto por esos residuos o recuerdos. Si miramos al trasluz, podemos ver su infinitud. Y a los entes literarios nos encanta mirar ese trasluz. Somos aves de rapiña de nuestros recuerdos y, para impedir el desgaste de esas capas, ejercitamos la memoria. Y vamos más allá. Necesitamos que ese conjunto de capas no termine en el olvido. Para que eso no ocurra, la convertimos en materia. La palabra escrita es nuestra herramienta. Con las letras armamos tramas, donde apresamos acciones nítidamente humanas: soñar, hablar, narrar. Las voces quedan plasmadas en una red inmortal que es el texto.

Eric es el hacedor de esta trama Bonpland.

Miró al trasluz de su memoria y pudo dilucidar la convivencia de lecturas pasadas: palimpsestos, Yo el Supremo, Hijo de Hombre, sus experiencias, sus lugares de escritura: físicos e imaginarios y descubrió un calidoscopio donde había un Bonpland como personaje y decidió reescribirlo, dejar que esa mirada germinara en literatura. Convirtió en materia la vida de Bonpland, la vida y la muerte. En Memorias de un muerto asistimos a esa mirada al trasluz donde vemos Francia y Paraguay; Corrientes y Buenos Aires; Roa Bastos y al Supremo Dictador, grandes mujeres y grandes hombres, peones y gobernantes, fidelidades y engaños, viajes y largas estadías, historias de la historia, mentiras de esas historias y sospechas. Viajamos por ríos y selva, convivimos en cárceles internas, sufrimos magras libertades; martirios y vicisitudes.

Todo ese compendio conforma la memoria de Eric que ya no se desgastará, será eterna.

Está lista para golpear al lector y fijarse en su memoria, preparada para generar recuerdo y reescritura.

“Desde mi muerte estoy vivo por este libro que les dirijo”, nos dice Bonpland con voz renacida.

Memorias de un muerto ES el viaje sin retorno de Amado Bonpland.

Carolina Orlando

Podrán comprar este libro en:

Servilibro, Asunción, 00 595 21 444770 begin_of_the_skype_highlighting 00 595 21 444770 end_of_the_skype_highlighting (505683) (981415615),

http://www.servilibro.com.py/v2/detalles_libro.php?id_catalogo_libro=1004


Carlos Bonpland libros, 00 54 11 1555849225 (01147484691) (01148462965)
carlosbonpland@gmail.com

Aruro Freyche libros, 00 54 3 772 15 43 33 33 ( 03 772 42 00 87)
ajfreyche@gmail.com

Subsecretaría de Cultura de Corrientes, 00 54 3 783 15 59 00 07 (03 783 42 27 86)
http://www.corrientes.gov.ar/portal/organismoprincipal/118

Museo Bonpland de Corrientes, Benedicta Mabel Álvarez, (03 783 15 38 12 01)
benedictamabel@yahoo.es
mercedes2vera@hotmail.com
auroraarbelo@yahoo.com.ar
http://www.museodata.com/index.php?option=com_content&view=article&id=119:museo-bonpland-agosto-2010&catid=58:argentina&Itemid=386