dimanche 4 novembre 2007

"Isla Margarita, una ínsula transfronteriza del Alto Paraguay", Eric Courthès, Poznan, noviembre de 2007


ISLA MARGARITA, UNA ÍNSULA TRANSFRONTERIZA DEL ALTO PARAGUAY “…Entonces se tiene la sensación de que el peñón remontara el río, entre las centelleantes y lejanas barrancas….El islote suelta amarras y empieza a remontar el río, imperceptiblemente, sin apuro.”, Augusto Roa Bastos, Hijo de hombre, p. 239, p. 242 Eric Courthès CRIMIC SAL París IV I) Ubicación y entorno etnolingüístico de Isla Margarita Isla Margarita es una isla terrestre paraguaya, una ínsula , se ubica entre dos brazos del río Paraguay, en el Departamento del Alto Paraguay, en el noreste del Chaco paraguayo, a la altura del puerto brasileño de Porto Murtinho, queda a tres días de barco de Asunción, y a más de 800 km por la ruta, transitando por Brasil. Desaparece en tiempos de inundación , unos seis meses al año, (de noviembre a marzo), y sólo pueden quedarse las familias con casa tipo palafito. Tiene una superficie de unos 6 km cuadrados, consta de 87 familias, o sea unos 380 habitantes, la mayoría son bilingües : español paraguayo/ portugués matogrossense, y practican una extraña mezcla de ambos idiomas tipo “ portuñol”, o más bien “españolés ”, fenómeno bastante común en todo el este paraguayo. Los isleños son personas bastante humildes, trabajan casi todos en Porto Murtinho o viven retirados del mundanal ruido, en casi autarquía, en su ranchito de la isla. Es más no tienen todos documentos de propiedad por pertenecer la isla antes a la marina y ser del dominio público, el mismo caso se produjo en la isla Martín García, en el Río de la Plata. Para alcanzar aquel utópico lugar, en el cual la propiedad privada aún no impera del todo, salimos en el barco Aquidabán, con mi amigo Carlos Roa Bastos, el miércoles primero de agosto de 2007, desde Concepción, a las nueve a.m., y llegamos agotados pero maravillados por el viaje por aquel río portentoso , al cabo de 40 horas, el viernes tres a las dos de la mañana, a aquel confín acuático, puerta de entrada del Pantanal Matogrossense . II) Isla Margarita, un satélite paraguayo de Brasil De buenas a primeras, nuestra isla parece ser extremadamente alejada y aislada de todo, sin embargo y sobre todo por la presencia del puerto brasileño de Porto Murtinho, que se dedica al turismo de cruceros y pesca para brasileños acomodados, resulta ser una especie de satélite de Brasil, sacamos estas conclusiones de las entrevistas de la gente de la isla, realizadas del 3 al 5 de agosto de 2007. Don Canuto por ejemplo, tal como otros isleños entrevistados durante los 3 días de nuestro trabajo de campo, hizo hincapié en la dependencia de la isla respecto del gigante vecino. Por ejemplo, en cuanto a salud y documentación, por falta de hospital en la isla y Colonia Peralta, la mayoría de los isleños nacen en Murtinho y sus padres los hacen registrar como brasileños, lo que le hizo declarar con mucho humor al viejito, respecto de estos brasileños fronterizos: “brasileros a lápiz.” Es un caso evidente de frontera abierta que funciona como “amortiguador”, sacamos este concepto de Annelies Zoomers. De hecho en este caso como en otros territorios fronterizos, “ la meta es precisamente cruzar las fronteras (y buscar la complementariedad) para hacer el mejor de los mundos .” Por desgracia, lamentamos decir que no es precisamente el caso, en cuanto a Víctor por ejemplo, un joven ayoreo desempleado, entrevistado en el kiosco de Ariscarto, efectivamente, nos declaró: “Nosotros buscamos trabajo en Mortinho”, con una evidente desilusión, (debida a la falta de trabajo y las carencias de su educación), la cual podría explicar el que se fuera sin que termináramos de entrevistarlo. Ni hablar de las pandillas de indiecitos mocosos y harapientos que piden limosna todo el día en la ribera brasileña, sin otra alternativa, dan pena sus peregrinaciones miserables por “ un real”, y reflejan una situación perenne por desgracia en América Latina, con o sin frontera, la suerte de los autóctonos raya a veces con la más completa aculturación, con pérdida total en este caso de su dignidad. Pese a este aclaración negativa en cuanto a la suerte de los autóctonos, Miguel Bartolomé, el antropólogo mejicano, muy versado en la temática de la frontera, hablaría en este caso de “ continuidad”, versus “ discontinuidad ”, de una frontera vista y vivida como un “ espacio dinámico en los que se entrecruzan categorías como tiempo, territorio y etnia”, algo general según él en el continente latinoamericano. En efecto, es muy común en todas partes que no coincidan las fronteras nacionales con las étnicas , los ayoreos de los cuales estábamos hablando, están repartidos entre Bolivia, Brasil y Paraguay. Al fin y al cabo, su exclusión parcial del juego de “transfronterización”, no impide que de modo general, esta parte del Paraguay quede completamente dependiente del Brasil vecino. Para rematar con el tema, bastará con citar a José Zanardini, gran inspirador de este trabajo e introductor de mis publicaciones en el C.E.A.D.U.C. asunceno, “es un cruce de pueblos, lenguas, noticias y comercios. Los niños paraguayos hablan el portugués mejor que el castellano y en los negocios se usa comúnmente el real; también los ayoreo se manejan con reales y no con guaraníes. ” Por lo tanto, podemos concluír diciendo que se trata de una isla extremadamente abierta hacia Brasil , es de ver en efecto todos los días, las 24 horas, el número de lanchas que van pasando de una orilla a otra, sin que se note lo más mínimo, cierto control fronterizo. O sea que la “ frontera viviente” impuesta por Brasil a Paraguay, por la ocupación de sus tierras orientales por hacendados brasileños , reviste en nuestro caso otra forma de dominación, más discreta pero muy eficiente, es una forma de neo colonialismo entre vecinos latinoamericanos. Argentina cumple con el mismo papel expansivo en otras zonas del Paraguay, preso como ínsula entre la presión conjunta de las tenazas de las dos super potencias locales. III) Isla Margarita ante la globalización En los momentos críticos de la evolución del hombre que estamos pasando, en los que vamos vacilando entre comunitarismos y globalización, entre regionalización y Mercosur en el ámbito local, entre un “discurso performativo”, diría Pierre Bourdieu , que tiende a hacer de la región el referente dominante y las exigencias globales del mercado común del Cono Sur, las fronteras internas no podrán marcar más tiempo una barrera que legitime la voluntad de diversidad cultural de sus habitantes, alejándose demasiado de “ una ciudadanía mercosuriana .” Además, un exceso de fragmentación territorial, y muy a menudo étnica, constituiría una lamentable vuelta a la etnicidad, al localismo, principal motor de la xenofobia . Sin embargo, las legítimas reivindicaciones de las poblaciones amerindias encajan con el reconocimiento de fronteras internas, las cuales “no parecen disolver el proceso de la pérdida de fronteras nacionales que conlleva el desarrollo global .” Esto es, en un mundo cada vez más reticular, “rizomático” dirían Deleuze y Guettari, estamos tironeados, ( con una evidente sensación de frustración y desubicación), entre dos tensiones opuestas y de igual fuerza, lo micro y lo macro, la fragmentación y la globalización. Lo que desemboca, según el mismo Arij Ouweneel, en “ la visión más bien turbadora de un mundo fracturado, profundamente dividido por relaciones de dominación reconfiguradas ...”, muy alejado de una utópica “aldea global”, en que tensiones extremas e inversas nos impulsan a cambios radicales. Ahora bien, qué tienen que ver estos grandes discursos académicos y por ende teóricos, con nuestro islote flotante del Alto Paraguay? En la reflexión sobre la noción de frontera, (tan arbitraria como el significante), hacen falta ejemplos concretos de “transfronterización” lograda, y es el caso de Isla Margarita, la cual se opone de forma radical con el comunitarismo general de la Ínsula paraguaya . O sea que en lugar de erigir fronteras entre nosotros, nos toca ahora derrumbar fronteras externas e internas, (y sobre todo mentales y étnicas), dentro de un proceso de transculturación eficaz, esto es una “aculturación recíproca y deseada ”, creador de una realidad nueva, profundamente mestiza. Es un asunto eminentemente universal y político, fíjense en la actualidad, en el proyecto de muro inmenso en E.E.U.U., en la frontera con Méjico de Bush, o en el actual baluarte entre Palestina e Israel... Puede que a la estimable asistencia esta idea le suene a utopía, pero la utopía dejará de serlo en cuanto se realice y hoy día estamos más bien en una “distopía de la incomunicación” que en una “utopía de la comunicación ”. Son precisos pues ejemplos de fronteras que la gente derribe, una multitud de muros de Berlín que caigan de modo simbólico y real en nuestras sociedades y sobre todo en nuestras mentes. Una aporía política, tipo “Partido del Meztizaje”, podría constituir el primer paso hacia la lucha contra el racismo y la xenofobia, que van ganando terreno en la propia Europa, modelo teórico de “desfronterización”. Basta con fijarse en el peso cada más grande de los partidos de ultra derecha y sobre todo en la recuperación de sus ideas detestables por las derechas ultraliberales , para convencerse de lo urgente de la reacción, sobre todo en un contexto en que las izquierdas tradicionales ya no tienen vigencia y necesitan de una profunda renovación... En un país como Polonia, motor a pesar suyo de la Shoah, en el cual el deber de memoria impera a cada paso, reviste para mí especial relevancia aquel discurso. Es más en una ciudad como Poznan, en la cual las fronteras muy cercanas con Alemania y Eslovaquia imponen una reflexión directa y concreta sobre esta noción, no me alcanzarán ideas teóricas sobre las fronteras del discurso y la fragmentación textual, que ya exploré sobremanera, dedicándome a la obra de mi autor predilecto, Augusto Roa Bastos , sino más bien un acercamiento pluridisciplinario a esta noción tan rica de frontera, no desprovista de cierta utopía asumida... IV) La Isla de Tamoaré Para ello, es necesario volver a una fuente literaria imponente, que se juega de cualquier frontera textual, esto es la “novela” latinoamericana más revolucionaria en este aspecto del siglo XX, Yo el Supremo. En efecto, como en muchísimas y diversas oportunidades, jugándose con lo architextual y lo intertextual, Roa en una de las numerosísimas Notas del Compilador, alude a la “ narración sadiana La isla de Tamoé ”, topónimo insular alterado por el Dictador, en Tamoraé, lo que significa en guaraní: ‘ Ojalá así sea’, es decir la Isla de la Utopía . Y aquel juego con la casi hominimia entre ambos términos no sólo cumple con un papel de contrapeso de los discursos delirantes del Cuaderno Privado del Dictador sino que remata con el tema, antropológico si los hay, de la idiosincrasia tan utópica del Paraguay, recuperado por el canibalismo político del Doctor Francia, en una revolución ideal del país, o sea su férrea dictadura de unos 25 años, vaya utopía... Algo parecido pasa en Isla Margarita, sus habitantes la describen como un lugar ideal, de autosuficiencia , al cual arribamos un lindo día de invierno boreal en el Chaco, con el Hijo de Hombre Roa Bastos, al cabo de dos días de viaje épico en el Aquidabán, como destinados bogando desesperados hacia “ la tercera orilla del río ” sin fronteras... De hecho, si bien aquel lugar tiene algo encantador por quedar fuera del mundo a pesar de su evidente “transfronterización” con Brasil, las condiciones de vida de los ayoreos por ejemplo, apartados de los flujos económicos, no dejan de cuestionar lo utópico del lugar, basta con recordar la declaración amargada del joven Víctor para convencerse de ello. En efecto, si bien los paraguayos de la isla nacidos en Porto Murtinho tienen asistencia médica completa, sus vecinos ayoreos sacados a la fuerza del monte en los años sesenta, viven en condiciones de emergencia, sin tener la oportunidad de pegar el salto tecnológico y mental de dos milenios, que les impone aquella “transfronterización”... Ahora bien, como bien se sabe y para confirmar lo enunciado por el salsero Willie Colón , “todo es según el color del cristal por que se mira”, y con esta visión ambigua nos quedaremos, Isla Margarita es al mismo tiempo un ejemplo de apertura y de utopía, una isla de Tamoraé moderna, y la confirmación del estatuto marginal y marginado de los autóctonos ayoreos. Algo muy común por desgracia en América Latina, a pesar de sus evidentes pero recientes vindicaciones etnopolíticas, para terminar con sus vergonzosas fronteras internas. V) Anexos Aquidabán va Aquidabán va/ Al trote por el río/ Con un mundo de gente/ Y objetos sueltos/ Al Norte chaqueño/ Como bicho enorme/ Se arrastra por el Paraguay/ Monte adentro,/ A Fuerte Olímpo/ Y Bahía Negra/ Deja reposar/ Sus camarotes… Camalotes/ Victoria Regina/ Irupé bonplandiana/ Flotando por el río/ Lindo Mundo Aparte/ Lleno de Malevos, Matones, Malvados/ Capataces y Peones/ Alambraleros/ Todo un Mundo de Gente/ Con Mercado Flotante/ Entre Sol y Luna/ Río mediante/ Alegría/ Regocijo de flotar/ Y remontar/ A los Confines del Chaco… Una changuita curiosa/ Marina en el bar/ Nos está mirando/ ¿Radio Horqueta/ Ya no está dando?/ En la barra/ Dos membrudos/ Cocinan día y noche/ Ambiente tan sencillo/ Tan natural la sonrisa/ De la changuita/ Del barco… A la noche/ Vamos flotando/ Con el Hijo de Hombre/ La changuita está tosiendo/ El río/ Majestuoso/ Nos rodea/ Por Todas Partes… Aquida bán va/ Al trote por el río/ De las Coronas/ Eupana/ Mar Adentro/ Hasta el corazón/ Del Mundo/ En la P-Roa, Mi Figura de triste Cara/ Calerías/ Y cementeras/ Puerto Foncière/ Puerto La Esperanza/ De llegar/ Esta noche/ A Isla Margarita… Dejar que/ El Tiempo/ Y el Espacio/ Se dilaten/ Se extiendan/ Hacia lo Transfinito… En una parada/ Una Mirada/ De Amor/ Se hace Eterna/ Porto Murtinho/ Dame tu calor… Río arriba/ Aquidabán va. Con todo/ Enorme Caracol/ Buscando el final/ Del Laberinto de Agua… Eric Courthès 01 08 2007 VI) Bibliografía y discografía Bartolomé, Miguel, A., “ Discontinuidades en América Latina”, http://www.revistatodavia.com.ar/todavia15/notas/bartolome/txtbartolome.html “ Antropología de las fronteras en América Latina”, http://ejournals.library.vanderbilt.edu/ameriquests.viewarticle.php?id=49 Chareille, Samantha, “Aspects de la situation linguistique de l’Uruguay”, en Glottopol, “Langues de frontières et frontières de langues”, n° 4, juillet 2004, http://www.univ-rouen.fr/dyalang/glottopol Colón, Willie, Americano Latino, « Según el color », Sarabandas SRL, 1995 Courthès, Eric, La ínsula paraguaya, Asunción, Universidad Católica, CEADUC, BAP, Vol. 49, 2005, 88p. L’insule paraguayenne, París, Société des Ecrivains, marzo de 2006, 142p. 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Dapia, Silvia, « Entre culturas : para una definición de la identidad mestiza en el contexto de la globalización y el neoliberalismo. », en Literaturas mestizas en América Latina, estética e ideología, Universidad de Poitiers, Francia, 17-19 de octubre de 2007, en prensa. Guimaraes Rosa, Joao, « La tercera orilla del río », Campo General y otros relatos, Buenos Aires, Editorial Fondo de Cultura Económica, 2001, (1969) Ouweneel, Arij, « El debate Villalobos, Amerindios en Mc World », en Cruzando fronteras, Quito, Editorial Abya Yala, 2004 Roa Bastos, Augusto, Hijo de hombre, Madrid, Alfaguara, 1985, (Losada, 1960) Yo el Supremo, Madrid, Cátedra, 1987, (Siglo XXI, 1974) Ruso Skurich, Pedro, domingo, 04 de noviembre de 2007 Historia de los puertos del litoral norte del río Paraguay, Asunción, F.O.N.D.E.C., 2006 Saer, Juan José, El río sin orillas, Buenos Aires, Seix Barral, Biblioteca Breve, 1991 Zanardini, José, Mirando de frente, “Por la senda de un pueblo fuerte”, Asunción, CEADUC, BAP, Vol. 31, 1999 Zoomers, Annelies, “La vida rural en los Andes, cruzar las fronteras como estrategia”, en “Cruzando fronteras”, Quito, Ediciones Abya-Yala, 2004

1 commentaire:

Cristian a dit…

Realmente una isla preciosa, tiene unos paisajes y una belleza natural preciosa, la verdad que se deberia fomentar mas el turismo alli